El suizo Roger Federer, tercer cabeza de serie, por fin pudo tener un partido tranquilo y de puro entrenamiento en lo que va del torneo del Abierto de Estados Unidos, al derrotar por 6-3, 6-3 y 7-5 al español Feliciano López, trigésimo primer favorito, y conseguir el pase a los octavos de final.
Federer, que disputa su decimoséptimo Abierto de Estados Unidos, y busca el sexto título de campeón, logró estar en los octavos de final por decimosexta vez, y su rival será el alemán Philipp Kohlschreiber, otro veterano de 33 años, 37 del mundo, que se impuso con facilidad por 7-5, 6-2 y 6-4 al australiano John Millman.
El duelo entre Federer y Kohlschreiber será el duodécimo como profesionales, con invicto para el tenista suizo de 11-0, incluido el último duelo que se dio en el 2015, en Basel.
Federer después de haber tenido que superar por primera vez en su carrera dos partidos consecutivos de un Grand Slam que los decidió en cinco sets frente a López, otro veterano de 35 años, al que ha ganado en los 13 enfrentamientos disputados (13-0), mostró su tenis más consistente y eso quedó reflejado no sólo en el resultado final sino en la manera como logró la victoria.
Federer, en su mejor versión de un gran golpe de derecha, resto, saque seguro y subidas a la red, sólo necesitó 25 minutos para conseguir la primera manga, al hacer el break que necesitaba.
Lo propio sucedió en el segundo, en el que se mantuvo empatado hasta el parcial de 3-3 porque en el séptimo, de nuevo surgieron los golpes de derecha, el revés y el resto impecable de Federer para hacer el “break” y conseguir la ventaja que sería decisiva.
Cierto que López, 35 del mundo, nunca se dio por vencido y en el octavo juego tuvo ventaja de 15-40, pero tres tantos seguidos de Federer le impidieron que llegase el “break” que no pudo lograr.
Su mérito fue que al menos en la segunda manga la alargó nueve minutos más (34) de lo que duró la primera.
Pero la suerte estaba echada, la noche en la pista central Arthur Ashe, de Flushing Meadows, volvía a tener la magia del tenis exquisito de Federer.
Aunque cedió su saque en el quinto juego de la tercera manga, lo recuperó de inmediato en el sexto y en el duodécimo hizo el “break” decisivo que le aseguró la victoria más cómoda y de mayor confianza en lo que va de torneo.
Federer necesitó una hora y 46 minutos para alcanzar el triunfo tras conseguir 13 aces y cometer una doble falta, comparados a los 9 y 3, respectivamente, de López.
El ganador de 19 títulos de Grand Slam metió 32 golpes ganadores por tan sólo 16 errores no forzados, que al final lo dejaron con 98 puntos ganados.
Mientras que López colocó 35 golpes ganadores y cometió 28 errores no forzados para conseguir 77 puntos ganados al concluir el partido.
Antes del triunfo de Federer había llegado el del español Rafael Nadal, primer cabeza de serie, que cumplió con los pronósticos, pero tuvo que sufrir y dedicarle trabajo extra antes de conseguir el pase a los octavos de final tras derrotar por 6-7 (3), 6-3, 6-1 y 6-4 al argentino Leonardo Mayer.
La victoria de Nadal fue la cuarta (4-0) que consigue en los mismos enfrentamientos que ha tenido con Mayer dentro del circuito profesional, pero la primera desde el 2014, cuando jugaron en tercera ronda de Roland Garros (6-2, 7-5, 6-2).
Nadal, de 31 años, que disputa su decimotercer Abierto de Estados Unidos y lo ha ganado dos veces (2010, 2013), logró el pase a los octavos de final por novena vez.
El próximo rival de Nadal será el ucraniano Alexandr Dolgopolov, 68 del mundo, que venció por 6-1, 6-0 y 6-4 al serbio Viktor Troicki, y con quien se ha enfrentado en ocho ocasiones anteriores y domina por 6-2.
Nadal y Federer, de seguir ganando, podrían enfrentarse en las semifinales y el ganador no sólo luchará por el título sino que también se aseguraría el puesto de número uno en la clasificación mundial.
Como se esperaba el partido, también disputado en la pista central Arthur Ashe de Flushing Meadows, fue competitivo e igualado mientras que el actual campeón de Roland Garros lo permitió y eso fue lo que hizo que al final el desigual duelo se extendiese durante tres horas y 15 minutos.
Por su parte, el argentino Juan Martín del Potro, vigésimo cuarto cabeza de serie, se exhibió con su mejor tenis frente al español Roberto Bautista, undécimo preclasificado, al que venció por 6-3, 6-3 y 6-4 para conseguir también el pase a los octavos de final.
Del Potro, de 28 años, y número 28 del mundo, impuso desde el primer momento el ritmo de juego con su saque y golpes desde el fondo de la pista, sin que Bautista tuviese respuesta ante los errores no forzados que cometió.
De esta manera, en la pista Grandstand sólo hubo un protagonista y ese fue del Potro, que en su novena participación en el Abierto de Estados Unidos, torneo que ganó en el 2009, logró por quinta vez alcanzar la cuarta ronda.
Su rival en los octavos de final será el austríaco Dominic Thiem, sexto cabeza de serie, que antes del duelo entre del Potro y Bautista también se había clasificado al vencer con facilidad por 7-5, 6-3 y 6-4 al francés Adrian Mannarino, trigésimo preclasificado.