Mientras el público coreaba las siglas de este país en inglés, el quarterback Colin Kaepernick, de los 49ers de San Francisco, se arrodilló durante la ceremonia del himno nacional. Continuó así el domingo con su protesta contra la opresión racial y los abusos policiales.
Afuera del estadio, se vendieron camisetas que mostraban el rostro de Kaepernick en una diana para tiro al blanco. Un grupo de fanáticos le propinó una paliza a un muñeco vestido como el quarterback.
Pero cerca de ahí, otras personas realizaron una protesta en favor del movimiento de Kaepernick.
El encuentro ante los Bills de Búfalo representó el primero de Kaepernick como titular en la campaña, luego que Blaine Gabbert fue relegado al banquillo.
Kaepernick se arrodilló junto al terreno, tal como él y otros jugadores y coaches han hecho durante toda la campaña.
El mariscal de campo fue el único jugador que no usó el casco cuando los 49ers entraron al terreno. Fue abucheado ruidosamente mientras trotaba hacia la línea de banda.
Descendió del autobús del equipo con una camiseta que llevaba impresa la imagen de Muhammad Ali.
Frente al New Era Field, un vendedor ofrecía una camiseta.
“Se busca. Notoria desgracia para Estados Unidos”, decía la prenda, que mostraba a Kaepernick con una diana para tiro al blanco en el pecho.
Otra camiseta lo presentaba arrodillado, con las palabras “¡cállate y ponte de pie!”.
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Por JOHN WAWROW