Cerca de cien activistas y líderes de opinión demandaron hoy a las autoridades en Phoenix (Arizona) que pongan “fin al trauma” y lleven con sus padres a los menores que aún permanecen en custodia de Inmigración.
“Nuestra principal demanda es acabar con la separación de los niños inmigrantes, y que pare el abuso a los menores en los albergues. Nuestro mensaje es claro: ningún niño debe de estar separado de sus familiares, no importa si tiene documentos o no”, dijo a Efe Petra Falcón, directora de la organización Promesa Arizona.
Rally End Trauma and Reunite Families (Poner fin al trauma y reunir a las familias) fue el lema de la marcha que aglutinó a varias organizaciones lideradas por la Coalición de Familias de Uncage & Reunite (URFC) y convocó a los activistas en las afueras de la Corte Federal en Phoenix.
Falcón sostuvo que aún hay cerca de un centenar de niños separados de sus padres que se encuentran en albergues bajo la custodia del gobierno federal.
“Esos menores merecen apoyo humanitario, ICE (Oficina de Inmigración y Aduanas) no debería de separarlos; al contrario, los deberían de apoyar. Por eso resaltamos la importancia de votar (en elecciones legislativas de noviembre), para que no sucedan estas situaciones”, expresó Falcón.
Por su parte, el activista y dramaturgo James García presentó el monólogo “End Trauma”, en el que él mismo dio voz al líder campesino César Chávez (Arizona, 1927-1993), para demandar justicia ante las situaciones migratorias que se están viviendo en la administración de Donald Trump.
Esther Lumm, portavoz de URFC, recordó que en los últimos meses casi 3.000 niños, incluidos bebés, fueron “arrancados” de los brazos de sus padres.
“Deberían avergonzarse de que esto se haga en nombre de los Estados Unidos. Gracias a la presión de los grupos activistas y los tribunales federales, la mayoría de esos niños se han reunido con sus familias, pero el trauma que han experimentado estos niños continuará durante años…”, afirmó.
“Para empeorar las cosas, Trump está amenazando con restablecer la política (de separación familiar en la frontera). Hacer eso sería nada menos que un delito y una violación de las normas internacionales de derechos humanos”, dijo Lumm.
La activista demandó igualmente poner fin “al maltrato de los niños inmigrantes detenidos en Arizona y en todo el país”.