Los gobiernos de Estados Unidos y Cuba han reanudado esta semana en La Habana el diálogo bilateral con una serie de reuniones centradas en temas de seguridad, en el primer encuentro de este tipo que mantienen ambas partes desde el año 2018.
El Ministerio del Interior cubano ha explicado que responsables de seguridad de los dos países se reunieron el miércoles y el jueves para hablar de “cooperación para el enfrentamiento a flagelos como el terrorismo, el tráfico ilícito de migrantes y el fraude migratorio, entre otros”.
Por parte de Estados Unidos, han estado presentes miembros de los departamentos de Estado, de Seguridad Nacional y de Justicia, así como portavoces de algunas de las agencias dedicadas al control de fronteras o a la vigilancia del mar.
Con este diálogo, Estados Unidos aspira a “proteger mejor” a sus ciudadanos y favorecer la rendición de cuentas de los “delincuentes transnacionales”, con la vista puesta, por ejemplo, en el tráfico de personas o en el de drogas, según un comunicado del Departamento de Estado norteamericano.
Washington ha aclarado que este acercamiento “no afecta al foco continuo de la Administración (de Joe Biden) en temas clave de Derechos Humanos”, ya que esta vigilancia sigue siendo “central” en las posiciones estadounidenses sobre la isla.