El hombre enamorado miente sin saberlo.
Sus palabras entrecruzadas forman una cárcel de mentiras
que pretenden ser verdades como un templo
Ella cae en la trampa porque así lo quiere.
Él es un cazador furtivo sin garras.
Un depredador inofensivo.
En principio.
Ella es la presa que quiere ser apresada
y depredada por los besos y las caricias del felino.
El promete el cielo y las estrellas,
El mar, los ríos, los árboles, el bosque,
Las flores y su perfume,
El amor “hasta que la muerte los separe”.
No cumplirá, pero no lo sabe.
Ella lo sabe aunque no lo diga.
Todas las promesas las guardará en su corazón
Como en una caja fuerte de amor.
Él Se entrega codiciosamente al deseo.
Ella también.
El fuego consumirá las entrañas de los dos.
Los quemará por dentro,
Los derretirá como una vela.
Ella gime mientras siente.
El no gime porque piensa.
El habla de amor sin sentirlo.
Ella siente el amor cuando habla.
El finge el amor
Ella no.
El confunde amor con sexo,
Ella no.
Amor y desamor:
Las dos caras del bien y el mar.
Ella es más amor que desamor.
Él es más desamor que amor.
Ella vive más porque ama más.
Él vive menos porque ama menos.