Salvo una improbable intervención de los órganos electorales, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México ha logrado retener dos de sus principales bastiones en unas reñidas elecciones estatales consideradas antesala de las presidenciales de 2018, si bien no salió indemne del proceso.
El cómputo de votos de las elecciones del 4 de junio en el Estado de México otorgó el triunfo al candidato a gobernador del PRI, Alfredo del Mazo, con 33,69 % de los votos por 30,91 % de la candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Delfina Gómez.
Muy rezagados quedaron el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Juan Zepeda, quien obtuvo 17,89 % de los sufragios, y Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN), con 11,28 %.
Sin embargo, la oposición no reconoce el triunfo del PRI en ese estado, el más poblado del país con 15,6 millones de habitantes y 11,3 millones de electores, en los comicios para elegir al sucesor del gobernador Eruviel Ávila para el periodo 2017-2023.
“Este proceso electoral debe ser motivo de mucho orgullo y reflexión para Morena. Pusimos a temblar la maquinaria del PRI en la propia casa de (el presidente Enrique) Peña Nieto y les ganamos la gubernatura”, aseveró hoy Delfina Gómez durante un congreso extraordinario de su partido en Ciudad de México.
El Estado de México, que Peña Nieto gobernó de 2005 a 2011, ha estado bajo el control ininterrumpido del PRI desde la fundación de esa agrupación en 1929 y es considerado su principal bastión.
Gómez aseguró que Morena va a “comprobar en los tribunales las trampas del PRI que vulneraron la equidad y limpieza de la elección”.
Aseguró que “como nunca en la historia”, su candidatura “fue atacada ferozmente con difamaciones, mentiras y calumnias diseñadas para confundir a la gente”, además de que sus coordinadores de campaña fueron intimidados.
“Pero lo más graves fue la compra del voto: derrocharon apoyos y hasta 4.500 pesos (247,8 dólares) pagaron por un voto. También rebasaron el tope de campaña: Del Mazo solo reportó 115 millones de pesos (6,3 millones de dólares) de gasto, pero tenemos acreditado que gastaron 412 millones de pesos (22,7 millones de dólares), lo que es 44 % superior al tope autorizado”, abundó.
Por ello, advirtió, “no vamos a dejar a luchar hasta que se limpie la elección”.
El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, fustigó a su vez al PRD, partido del que fue candidato presidencial en 2006 y 2012, por no haber apoyado a Gómez.
“Quedaron al descubierto como paleros (persona que ayuda a otra a hacer trampa).
No pueden decir que no se les convocó a tiempo, pero pudo más la ambición del candidato (Zepeda) y de los dirigentes del PRD y sus acuerdos con el PRI”, lanzó.
Asimismo, descartó alianzas con el PRD y el resto de “los partidos del régimen” para las presidenciales de 2018, en las que se da por descontado que él será el candidato de Morena, partido que fundó tras su último revés electoral en 2012.
El propio PRD presentó el sábado ante el Instituto Nacional Electoral una queja por el rebase del tope de gastos en la campaña de Del Mazo, y el PAN anunció que demandará la anulación de la elección por haber estado “plagada de irregularidades de principio a fin”.
En tanto, el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) declaró hoy la validez del cómputo de votos y expidió la constancia de gobernador electo a Miguel Ángel Riquelme, del PRI.
Según el escrutinio oficial, Riquelme venció con 38,19 % de los votos a Guillermo Anaya, del PAN, con 35,74 %.
El PAN acusó al IEC de haber detenido el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) con un avance de 72 % del flujo de datos de los comicios, que favorecían a Anaya, para dar tiempo a la manipulación de los votos en favor del PRI antes del cómputo legal.
El líder del PAN, Ricardo Anaya (sin parentesco con el candidato), declaró hoy que el PRI “pretende dar un golpe a la democracia en Coahuila”, otro estado que no ha conocido la alternancia política y también bastión del partido oficialista.
El dirigente aseguró que el PAN seguirá “dando la batalla para que se respete la voluntad de los ciudadanos”.
Con todo, la oposición puede celebrar el triunfo en el tercer estado donde hubo elecciones de gobernador el 4 de junio, Nayarit, donde Antonio Echevarría, candidato de una alianza encabezada por el PAN y el PRD, se impuso con 38,6 % de los votos al abanderado del PRI, Manuel Cota (26,5 %).
Nayarit había sido recuperado por el PRI en 2005 después de que una alianza PAN-PRD le arrebatara el poder local en 1999.
En conjunto, y a reserva de lo que decidan las instancias electorales sobre las impugnaciones presentadas, las controvertidas victorias del PRI en dos de sus bastiones y el regreso opositor en otro estado auguran una reñida disputa por la Presidencia en 2018.