El ministro de Justicia y Transparencia de Bolivia, Iván Lima, ha informado de que ha pedido una pena de 30 años de cárcel para la expresidenta Jeanine Áñez, que se encuentra actualmente bajo prisión preventiva por presunta de sedición, conspiración y terrorismo.
“La detención no debe ser la regla, debe ser la excepción”, ha dicho antes de destacar que lo que busca el Gobierno no es una detención de cuatro meses “sino una condena de 30 años de prisión”.
Así, ha aseverado que la pena se debe a las “masacres sangrientas y madres que se han quedado sin hijos en Senkata, Sacaba, Montero y la zona sur de La Paz”, tal y como ha asegurado en declaraciones al diario ‘El Deber’.
El ministro ha indicado que el Gobierno tiene previsto activar este lunes “cuatro procesos de juicios de responsabilidades contra Áñez”. “Se van a presentar cuatro acciones de juicios de responsabilidades iniciales y, seguramente, en las próximas semanas también vamos a presentar acción penal por las masacres sangrientas a partir de los avances que hizo el Ministerio Público en la vía ordinaria contra los actores que no tienen privilegio constitucional”, ha aclarado.
Junto a Áñez han sido puestos bajo prisión preventiva también el exministro de Justicia Álvaro Coimbra y el exministro de Energía Rodrigo Guzmán. Los tres han sido acusados de la comisión de los mismos delitos por haber asumido el poder tras la marcha del país del ahora expresidente Evo Morales tras perder el apoyo de Policía y Ejército en noviembre de 2019.
Los motivos citados por la jueza Regina Santa Cruz para esta sentencia son que existe riesgo de fuga y de que los procesados pueden interferir en el proceso. Así, Áñez pasará este período de detención en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, mientras que Coimbra y Guzmán han sido destinados a la cárcel de San Pedro.