Durante los últimos cuatro años, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha desafiado la integridad de la Corte Suprema y ha tratado de arrastrar a los jueces al lío legal con él.
Sus argumentos han traspasado los límites de la ley y sus afirmaciones han puesto a prueba la imparcialidad de los jueces. Pero el ataque sin bases de Trump contra las elecciones de noviembre y su derrota ante Joe Biden en una descarada demanda iniciada por el fiscal general de Texas llevaron a la corte a un ámbito completamente nuevo.
La Corte Suprema rechaza demanda de Texas y Trump para revertir las elecciones
El tribunal superior rechazó el caso promovido por Trump el viernes, tres días antes de que el Colegio Electoral se reúna para votar por Biden como el ganador de las elecciones de noviembre, sin disensión notable.
De tal forma, los magistrados de la corte, seis de los cuales fueron nombrados por presidentes republicanos, tres por Trump, se alejaron del patrón de partidarios incondicionales que pedían a la corte que utilizara afirmaciones infundadas de un fraude electoral generalizado para privar de sus derechos a millones de votantes.
Por Joan Biskupic/CNN