Por Dr. Juan E. Santiago Galarza |
Tradicionalmente la utilización, retención y uso pedagógico de la tecnología ha sido planteada como una tarea exclusiva de los maestros. Sin embargo el verdadero cambio no debe ocurrir única y exclusivamente en los docentes, sino también en los que dirigen y en las escuelas como centros educativos que se transforman, persiguiendo mejorar su desempeño académico a través de cambios relevantes y sostenidos a través del tiempo. Para el líder educativo de hoy es imprescindible poseer una visión estratégica sobre lo que se propone y persigue lograr para su institución.
En Puerto Rico es imprescindible que nuestros líderes educativos conozcan el cambio social, tecnológico y cultural de la creciente sociedad digital presente en sus aulas. Es necesario el reconocimiento de las tendencias educativas en el mundo y el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en su desarrollo como líder pedagógico. Urge de nuestros líderes educativos el análisis de su potencial y el impacto de su función en el desempeño de sus estudiantes. Necesitan descubrir las nuevas tendencias y su aplicación para promover el cambio de su liderazgo a través de la reflexión-acción y del análisis de sus necesidades educativas. La vinculación a la gestión del trabajo en equipo debe lograr la elaboración, planificación, implementación y evaluación de proyectos tecnológicos que permitan la adaptación de su escuela a las necesidades formativas actuales.
El Plan Escolar elaborado por el director, conocido en Puerto Rico como el Diseño de Excelencia Académica (DEE), este año por primera vez incorpora la colaboración directa de los docentes en la elaboración de las actividades educativas, debe implementar un modelo educativo para la formación de ciudadanos digitales. Sin embargo, se limita dentro de las actividades de integración de la tecnología al uso de programas gratuitos, blogs, podcast, documentales, web quests, gamificación (juegos) y stem (enseñanza integrada de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Entonces, debemos preguntar, ¿están nuestros líderes educativos preparados para tal implementación o integración de la tecnología? ¿aumentará el desempeño académico de nuestros estudiantes? Finalmente, cabe señalar que el líder no es una autoridad que impone ideas, el liderazgo necesita ser distribuido para que la comunidad escolar comparta metas, visiones, estrategias, planes y proyectos en beneficio de una verdadera transformación.
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