El Gobierno expresó hoy su preocupación por el “repunte de violencia” que ha sufrido Camerún en los últimos meses y exigió la pronta devolución de las 81 personas secuestradas esta semana en una escuela del norte del país.
“Estados Unidos está preocupado por el repunte de violencia en Camerún.
Condenamos en los términos más firmes posibles el secuestro de estudiantes y personal de la escuela presbiteriana de secundaria de Nkwen, el 5 de noviembre”, señaló el Departamento de Estado en un comunicado.
Asimismo, el Gobierno hizo un llamamiento para el “inmediato” retorno de los secuestrados con sus familias, y exigió el fin de los ataques “indiscriminados” contra civiles y de la quema de viviendas perpetrados por tropas gubernamentales y por fuerzas separatistas, a consecuencia de la llamada crisis anglófona.
“La intimidación sistemática basada en cuestiones étnicas y religiosas, en Yaundé y Douala, deben concluir”, agrega el comunicado.
El secuestro de 79 alumnos y 2 dos docentes de la escuela presbiteriana de secundaria de la localidad de Nkwen, cerca de Bamenda, se produjo la noche del pasado domingo.
En un vídeo divulgado este martes, los secuestradores se han identificado como “Amba Boys” (Chicos Amba), miembros de un grupo separatista del estado de Ambazonia.
Aunque el vídeo no ha sido verificado de forma independiente, padres de los niños han identificado a sus hijos en las redes sociales.
La crisis anglófona, que comenzó en 2016 con protestas pacíficas por un uso más igualitario del inglés en tribunales y centros educativos en las regiones anglófonas del Noroeste y del Sudoeste, degeneró en una lucha armada a finales de 2017 tras una dura represión del Gobierno.
