El desempleo entre los jóvenes latinoamericanos llegó casi al 20 por ciento en el tercer trimestre de 2019, la cifra más alta en la última década, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señala a la “frustración” de los jóvenes como una de las causas de la ola de protestas que ha recorrido la región.
De acuerdo con la OIT, los mercados de la región atraviesan “un momento de incertidumbre” que se ha traducido en un leve repunte de los niveles de desempleo en la región que, conforme a sus estimaciones, serán del 8,1 en 2019, una décima más que en 2018, y podrían cerrar 2020 en un 8,4 por ciento.
“Es un alza leve, pero aun así significa que más de 25 millones de personas están buscando empleo activamente y no lo consiguen”, ha recalcado la agencia de la ONU en su informe.
La OIT ha llamado la atención sobre el nivel de desempleo entre los jóvenes latinoamericanos, del 19,8 por ciento. “La falta de oportunidades de trabajo decente para los jóvenes causa gran preocupación, pues es fuente de desaliento y frustración”, ha dicho el director regional de la OIT, Juan Hunt.
La OIT también ha expresado su preocupación por la brecha de género. El paro entre las mujeres aumentó una media de dos décimas hasta el 10,2 por ciento, mientras que entre los hombres se mantuvo estable en el 7,3 por ciento.
Ha valorado que la participación laboral de las mujeres creció casi al 51 por ciento durante el tercer trimestre del año pasado, si bien ha subrayado que sigue estando 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres, con un 74,3 por ciento.
Asimismo, la OIT ha observado “un comportamiento desigual en relación con el desempleo”, ya que subió en nueve de los catorce países latinoamericanos analizados, pero cayó siete décimas en el Caribe angloparlante.
Hunt ha considerado que todo esto “se ha visto reflejado en la primera línea de las recientes protestas registradas en la región”, en las que se han reclamado “cambios para aspirar a un futuro mejor” ante “la persistencia del déficit de trabajo decente”.
“Las oportunidades de acceder a un empleo digno y productivo, con salarios justos, con inclusión social, con protección social y derechos laborales, son clave para responder a las demandas sociales, para garantizar que los beneficios del crecimiento lleguen a todos y para garantizar la gobernabilidad”, ha defendido.
En los últimos meses, países como Chile, Perú, Ecuador, Bolivia o Colombia han sido escenario de protestas con diversas demandas que van desde una mayor igualdad hasta la defensa del proceso de paz con las FARC. En el caso de Chile, han propiciado un proceso constituyente.