Friday, November 8, 2024
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El costo de la burocracia en el Departamento de Educación de Puerto Rico: Un obstáculo para el progreso educativo

En medio de los desafíos que enfrenta el sistema educativo en Puerto Rico, la burocracia emerge como un enemigo silencioso que no solo obstaculiza el progreso, sino que también empobrece la calidad de la educación ofrecida a nuestros niños. La burocracia, entendida como procesos repetitivos autocreados para retrasar y complicar la resolución de asuntos, se ha arraigado en las entrañas del Departamento de Educación, desviando recursos valiosos y desviando la atención de su propósito principal: educar a los niños.

El énfasis en la creación de puestos burocráticos en lugar de la mejora de la enseñanza ha dejado a nuestra isla en una situación preocupante. Es hora de enfrentar esta realidad incómoda y tomar medidas concretas para revertir esta tendencia.

Una de las manifestaciones más perjudiciales de esta burocracia es la repetición innecesaria de trámites y la dependencia excesiva de la intervención humana en procesos que podrían ser automatizados. ¿Cuántos recursos se pierden en solicitar documentos que ya existen en la institución en lugar de tenerlos disponibles digitalmente para una rápida resolución de problemas? Es hora de aprovechar la tecnología para simplificar y agilizar los procesos, liberando recursos para fortalecer la enseñanza.

La descentralización es clave en este proceso de transformación. La centralización de la burocracia en la oficina central del Departamento de Educación ha demostrado ser ineficiente y contraproducente. Es necesario cerrar esta oficina y redistribuir los recursos de manera que las escuelas tengan mayor autonomía para gestionar sus propios asuntos administrativos, permitiendo así un enfoque más centrado en la educación de los estudiantes. La decentralización no es pasar los puestos de la oficina central a las oficinas regionales llenas de burocracia que también hay que eliminarlas. Este intento de descentralización es engañar a las personas haciéndole creer al pueblo que están reduciendo la burocracia.

Además, es esencial cuestionar la eficacia y la pertinencia de los puestos burocráticos en el Departamento de Educación. ¿Cuántos de aquellos que ocupan cargos en la oficina central cuentan con certificación de maestros? ¿Cuántos de estos puestos podrían ser eliminados o automatizados para liberar recursos y mejorar la calidad de la enseñanza?¿Porque si tenemos menos escuelas gastamos mas que hace 10 años en administración?

La asignación de recursos debe priorizar la contratación de maestros y directores que se enfoquen en la academia y no en la burocracia, y en la actualización de las instalaciones escolares. No es suficiente con proporcionar computadoras o reparar edificios; es necesario invertir en el personal docente, internet robusto para todos y en entornos educativos adecuados para fomentar el aprendizaje. Comprar computadoras sin que los niño sepan leer ni escribir es ignorar el verdadero problema. Hay que gastar el dinero en maestros para el salón de clases y no en tutorías.

Es hora de dejar de lado los subcontratos externos que absorben millones de dólares destinados a la educación y que, en muchos casos, realizan tareas que deberían ser responsabilidad directa del Departamento de Educación. La malversación de fondos y la falta de transparencia en la gestión deben ser abordadas con urgencia. ¿Existe evidencia alguna que muestre que los estudiantes mejorar su condición de analfabetismo con las tutorías?

La situación actual, marcada por el bajo rendimiento académico, miles de maestros transitorios y la falta de recursos, no puede seguir siendo la norma. Debemos romper con el ciclo de la burocracia que perpetúa la desigualdad y la mediocridad en nuestro sistema educativo. Es hora de actuar con determinación y cerrar el sistema central como primer paso hacia una descentralización efectiva.

Se debe aprobar una ley urgente la cual prohiba la promoción de grado sin saber leer a menos que sean estudiante de educación especial certificados por un medico. El abandonar al niños en grados Kinder a tercero y no enseñarles a leer para luego clasificarlos como educación especial y problemas del aprendizaje es un fraude. La misma ley debe incluir la inclusión de 2 maestros permanentes en las clases de español de Kinder a tercero con el proposito de enseñar a leer a los niños de Puerto Rico. También la ley debe incluir el eliminar la practica de juntar el curso de español y estudios sociales en una sola materia. ¿Algún legislador o gobernante se atreve a proponer esa ley?

Recordemos que los esclavos en Puerto Rico y USA no se les permitía aprender a leer para mantenerlos bajo control. ¿Es eso lo que estamos fomentando?

Invitamos a los monitores federales ciegos que se encuentran en el Departamento de Educación a que investiguen si se están usando fondos federales de forma incorrecta para que tomen cartas en el asunto.

No hay manera que la calidad educativa de Puerto Rico mejore si pasamos a los niños de grado sin saber leer.

En última instancia, debemos recordar que el verdadero propósito del Departamento de Educación es garantizar una educación de calidad para todos los niños de Puerto Rico. Es hora de poner ese propósito en el centro de nuestras acciones y trabajar juntos para construir un sistema educativo eficiente que verdaderamente empodere a las futuras generaciones. Tenemos que dejar de producir analfabetas a un alto costo para mantener una burocracia centralizada con fines políticos.

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