A pesar del crecimiento económico y del bajo desempleo que se registra en el país, el 61 % de los latinos es considerado pobre en materia de activos líquidos, al carecer de ahorros con los que afrontar una emergencia, según un estudio presentado hoy.
El indicador Scorecard, que elabora la organización no gubernamental Prosperity Now, señala que tanto hispanos como afroamericanos no tienen acceso a empleos de calidad que paguen más, permitan pagar las cuentas y ahorrar para el futuro.
Esto se produce a pesar de que en el primer trimestre del año el producto interior bruto (PIB) de EE.UU. creció a un ritmo anual del 1,4 % y la tasa de desempleo se encuentra en mínimos de casi dos décadas, en el 4,4 %, y en niveles próximos al pleno empleo.
Según el estudio, solamente unos pocos parecen disfrutar del progreso económico y pueden abordar el tren de la economía que gana velocidad hacia un destino brillante.
En esta metáfora “no participan muchas personas que trabajan duro y quedan abandonadas en el andén de la estación, viendo como el tren desaparece en la distancia”, declaró a Efe Lebaron Sims, uno de los autores del informe.
“Los hogares de afroamericanos y latinos tienen muchas dificultades para llegar al andén, pero les resulta prácticamente imposible abordar el tren y disfrutar de un recorrido suave, sin baches y demoras”, expresó.
Los indicadores que manejan para elaborar su Scorecard “escarban debajo de la superficie” y sugieren que el desempleo ha bajado en Estados Unidos, pero continúa “persistentemente alto” entre los trabajadores de color, particularmente los afroamericanos (7,1 %).
Ocurre lo mismo con el nivel de pobreza en esos hogares, con el 24,8 % entre los afroamericanos y el 22,2 % de los latinos, grupos estancados en salarios bajos y que apenas se las arreglan para sobrevivir.
El Scorecard 2017 incluye por primera vez la medida de volatilidad del ingreso, que examina la estabilidad del dinero que ingresa a los hogares mes a mes.
En este sentido, uno de cada cinco hogares experimenta fluctuaciones de ingresos de moderadas a significativas, lo que dificulta las posibilidades de afrontar cualquier dificultad financiera que se presente.
En 2016, el 44 % de los hogares no ahorró para emergencias y tuvo que apelar a recursos destinados a planes de largo plazo, como las cuentas de retiro.
“Las familias de bajos ingresos no están preparadas para enfrentar una crisis financiera”, dijo Sims.
Esto significa que, aunque vendieran todas sus posesiones, no conseguirían reemplazar un ingreso mínimo necesario para subsistir durante tres meses.
En general, casi 20 millones de los hogares del país (16,9%) no tienen activos líquidos, o el saldo es negativo, lo que significa que deben más de lo que poseen, señaló Sims.
Según los indicadores, las tasas de propiedad de bienes raíces explican en gran parte la disparidad de los niveles de activos líquidos entre hogares blancos y de color.
Señalan que, debido a décadas de prácticas discriminatorias en los servicios de bienes raíces y financieros, y políticas injustas en todos los niveles del gobierno, el 40,9 % de los afroamericanos y el 45,2 % de los latinos es propietario de su vivienda, comparado con el 71 % de los blancos.
Scorecard sugiere nuevas políticas locales, estatales y nacionales para ayudar a que las minorías se aproximen a la prosperidad y la mantengan durante las próximas generaciones.
Entre ellas, un refuerzo económico en los ingresos de los hogares, planes de ahorro, mejores empleos y un aumento del salario mínimo, particularmente en la industria de servicios, y facilidades para el acceso a la propiedad de viviendas, algo que ya se practica en 47 estados y el Distrito de Columbia.
Además, en Estados Unidos hay 55 millones de trabajadores que no tienen acceso a planes de retiro auspiciados por los empleadores, más allá de los ingresos mínimos que pueda ofrecer el Seguro Social, y de ellos el 41 % es afroamericano, latino y asiático, según Scorecard.
Andrea Levere, presidente de Prosperity Now, señaló que los datos demuestran una “fragilidad financiera generalizada” en el país, con familias que luchan por superarse pero sienten que cada día se atrasan más.
“Durante mucho tiempo permitimos que la gente se quedara en el andén, mientras aceleraba la locomotora de las oportunidades económicas”, expresó en teleconferencia de prensa.