El Gobierno de Estados Unidos ha reiterado su voluntad de cerrar el centro de detención de Guantánamo, en Cuba, cerca de que se cumplan 20 años desde el traslado de los primeros detenidos a las instalaciones en el marco de la ‘guerra contra el terrorismo’ lanzada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Seguimos decididos a deliberar y a un proceso exhaustivo centrado en reducir de forma responsable la población de detenidos en la bahía de Guantánamo y, en última instancia, a cerrar las instalaciones”, ha dicho el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Así, Price ha reconocido que existe “una mancha moral asociada a estas instalaciones” y ha destacado que Washington “busca identificar países adecuados a los que realizar los traslados (de presos) y negociar acuerdos de transferencia.
El portavoz del Departamento de Estado ha señalado que se buscan también “garantías de seguridad y de tratamiento humano a los detenidos a los que la Oficina de Revisión Periódica (PRB) determine que la ley sobre detenidos de guerra no es necesaria para una protección ante una amenaza continuada y significativa a la seguridad de Estados Unidos”.
“En este proceso, la PRB determina que un detenido ha sido considerado elegible para su traslado y puede recomendar países a los que ser enviados, pero no determina dónde serán enviados”, ha explicado Price, quien ha agregado que el Departamento “está en contacto regular con países de todo el mundo” para estos traslados, con el objetivo de “cerrar” Guantánamo.
Las palabras de Price han llegado poco más de una semana después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pidiera que el Congreso elimine las restricciones para el traslado de los presos de Guantánamo, tras firmar la ley federal de presupuesto, gasto y política del Departamento de Defensa.
La ley de Autorización de Defensa Nacional, que contempla un presupuesto de 770.000 millones de dólares (cerca de 680.000 millones de euros), fue criticada por Biden –pese a firmarla– por incluir disposiciones que impiden el traslado de los presos a otras cárceles, tanto en el país como fuera de él, y, con ello, su cierre.
“La ley sigue prohibiendo el uso de fondos para transferir a los detenidos de la Bahía de Guantánamo a la custodia o el control efectivo de ciertos países extranjeros (…) y también prohíbe el uso de fondos para transferir a los detenidos de la Bahía de Guantánamo a Estados Unidos a menos que se cumplan determinadas condiciones”, recalcó Biden.