Florida, un paraíso adaptativo para reptiles africanos, tiene un nuevo problema: tres cocodrilos del Nilo que ven a los humanos como un manjar fueron hallados en sus pantanos, sumándose a los dragones africanos y las serpientes pitón que ya acechan la zona.
Expertos de la Universidad de Florida confirmaron, a través de análisis molecular, el hallazgo en Florida de dos, “y probablemente tres”, cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) originarios de Sudáfrica, según un estudio publicado en la revista especializada Herpetological Conservation and Biology.
Capaz de crecer hasta seis metros de largo, el cocodrilo del Nilo se alimenta de insectos, anfibios, pájaros “y mamíferos, entre ellos los humanos”, advierten los expertos en su estudio.
Este reptil se podría sentir a sus anchas en los humedales de Florida y en toda la costa estadounidense del Golfo de México, donde el hábitat es similar al de su hogar en África.
Los herpetólogos especulan que los cocodrilos “fueron importados de Sudáfrica y Madagascar para su exposición en zoológicos o como parte de un comercio de mascotas”, siendo esta última la hipótesis que consideran más probable.
Pero este inmigrante indeseable no es la única mascota que no resultó tan adorable como sus dueños esperaban y que ahora amenaza a las especies nativas, entre ellas la humana.
También prosperan predadores como la pitón de Birmania, el varano del Nilo (emparentado con el dragón de Komodo) y la boa constrictora, según datos de la Comisión de conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida.