El gobierno dominicano prohibió el domingo la exportación en bruto de ámbar y de la piedra semipreciosa larimar, que sólo existe en la isla caribeña, con la meta de impulsar a la industria joyera local.
Con la medida, el ministerio de Energía y Minas busca que el larimar, una inusual pectolita azul de origen volcánico, y el ámbar sólo sean exportados una vez que hayan sido procesados por joyeros locales.
La asociación de joyeros había insistido que los mineros artesanales vendían las mejores piezas, apenas salidas de las minas, a compradores mayoristas chinos y rusos, quienes exportan cargamentos del mineral para tallar y montarlo en oro o plata en sus países sin apenas pagar impuestos y dejar beneficios a la industria local.
Antonio Isa Conde, ministro de Energía y Minas, detalló en un comunicado que para el gobierno “es prioridad regular la pequeña minería”.
Como primer paso de la nueva regulación, “la exportación de ámbar y larimar sólo se permite en piezas pulidas y separadas”.
La única beta conocida de larimar en el mundo está ubicada en la provincia costera de Barahona, a 230 kilómetros al oeste de Santo Domingo, y desde la década de 1980 el gobierno concedió a los habitantes de esa zona la explotación de la mina durante 75 años.
Según estadísticas del ministerio de Energía y Minas, 1.200 mineros trabajan de manera artesanal e independiente en las minas de larimar y 2.000 en las de ámbar.
Como parte de las nuevas regulaciones, las autoridades pretenden gestionar por primera vez seguros médicos para los mineros y talleres de capacitación y seguridad.
Desde que comenzó la explotación y la comercialización del larimar como pieza de joyería en 1974, las joyas con la pectolita azul representan un souvenir cotidiano entre los miles de turistas que visitan las playas dominicanas.