Doce países del Pacífico, incluidos Chile, México y Perú, sellaron un acuerdo para crear la mayor zona de libre comercio del mundo impulsada por Estados Unidos y Japón.
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP) tienen como meta marcar las reglas del comercio e inversiones del siglo XXI y presionar a China, ajena al pacto, a seguir esas reglas.
“Tras cinco años de intensas negociaciones, alcanzamos un acuerdo que creará empleos, impulsará el desarrollo sostenible, fomentará un desarrollo inclusivo y promoverá la innovación en la región Asia-Pacífico”, dijo el representante comercial de Estados Unidos Michael Froman.
Los países que cerraron el acuerdo para el TPP representan juntos el 40% de la economía mundial: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam. Pero el TPP no incluye a la segunda potencia económica, China, mantenida al margen de las negociaciones.
El TPP “refuerza nuestras relaciones estratégicas con nuestros socios y aliados en una región que será vital en el siglo XXI”, dijo Obama en un comunicado.
“Con más de 95% de nuestros potenciales clientes viviendo fuera de nuestras fronteras no podemos dejar que China escriba las normas de la economía mundial”, añadió.
Más de 18.000 gravámenes de varios países a productos estadounidenses serán eliminados por esta asociación económica, añadió.
El acuerdo traerá más inversiones y más empleos para los mexicanos según el presidente Enrique Peña Nieto. “Celebro la conclusión de negociaciones del TPP, acuerdo de vanguardia con el que México fortalece su integración comercial con el mundo”, dijo Peña Nieto en Twitter al subrayar que el TPP se “traducirá en mayores oportunidades de inversión y empleo bien remunerado para los mexicanos”.
Chile también expresó su complacencia por el acuerdo. “Estamos satisfechos”, dijo desde Santiago el canciller chileno Heraldo Muñoz. “Hemos resguardado todas las sensibilidades de nuestro país”, añadió.
Estados Unidos busca que China acepte las disposiciones generales del TPP una vez que comience a funcionar. Otros países, como Corea del Sur, también podrían integrarse al proceso.
El TPP podría también servir de modelo a otros acuerdos que Estados Unidos negocia con otros socios comerciales, como la Unión Europea.
La Comisionada europea para el Comercio, Cecilia Malmstrom se congratuló en un tweet el lunes del éxito de las negociaciones sobre el TTP, pero las conversaciones transatlánticas lanzadas en 2013 están estancadas por el momento y provocan una fuerte reticencia en algunos países, entre ellos Alemania y Francia.
– Rebelión demócrata –
Para negociar el TPP la administración del presidente Obama obtuvo la aprobación del procedimiento llamado “Trade Promotion Authority” (TPA) que obliga al Congreso a pronunciarse a favor o en contra del acuerdo comercial, sin posibilidad de enmendarlo. Para lograrlo, la Casa Blanca debió enfrentar una rebelión en sus propias filas.
Los principales puntos conflictivos de las negociaciones concernían la duración de los derechos de propiedad intelectual sobre medicamentos biológicos, importaciones de productos lácteos provenientes de Australia y Nueva Zelanda hacia Canadá y las de autopartes de automóviles japoneses hacia América del Norte.
El debate en el Congreso estadounidense para la ratificación del TPP se realizará en plena campaña presidencial y ya uno de los candidatos demócratas, el Senador Bernie Sanders, calificó el acuerdo como “desastroso”.
“Wall Street y las grandes empresas ganaron otra vez. Es hora de impedir que las grandes multinacionales manipulen el sistema para incrementar sus beneficios a costa nuestra”, afirmó en un comunicado publicado el lunes.
Por su parte el Senador republicano Orrin Hatch estimó que los primeros detalles que emergen del acuerdo muestran que es “largamente insuficiente”.
El primer ministro canadiense, el conservador Stephen Harper, también enfrenta elecciones legislativas en menos de dos semanas y estuvo bajo fuerte presión de los productores del sector lácteo.
Harper afirmó el lunes que el TPP “es un elemento clave de nuestra política para administrar y hacer crecer la economía” canadiense, que atraviesa una fase de recesión.