Por Madeline Kennedy |
(Reuters Health) – El ojo seco es difícil de diagnosticar y el retraso en el diagnóstico agrava los síntomas y afecta aún más la calidad de vida de los pacientes, de acuerdo con un nuevo estudio.
Las personas con diagnóstico tardío suelen tener opiniones más negativas de la enfermedad y más problemas en la vida laboral, según publica el equipo de investigadores en British Journal of Ophthalmology.
El ojo seco aparece cuando los lagrimales no producen suficiente humedad. Los ojos se secan, pican e inflaman. Los autores opinan que se necesita una mejor descripción de los síntomas para diagnosticarlo más precozmente.
El equipo de Marc Labetoulle, del Hospital Bicetre francés, hizo una encuesta online a 706 pacientes con ojo seco de Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido. Todos tenían 40 años, no usaban lentes de contacto y habían utilizado lágrima artificial a diario desde hacía seis meses o más.
Los pacientes respondieron sobre antecedentes de enfermedades y diagnóstico, los tratamientos de alivio utilizados, la opinión sobre la enfermedad y su efecto en la calidad de vida.
Más del 40 por ciento no tenía diagnóstico al inicio de los síntomas. El 28 por ciento logró el diagnóstico recién al año.
Más de un tercio de los pacientes consultaron a más de un médico antes de que le diagnosticaran el ojo seco. Casi un tercio percibía el problema como una “enfermedad” o una “discapacidad”, mientras que para dos tercios era una “incomodidad”.
Los problemas más comunes que tenían los pacientes a diario eran tener que usar anteojos, evitar el aire acondicionado y no poder leer libros. También tenían problemas para usar la computadora en el trabajo y el tiempo libre o se despertaban de noche por los síntomas.
Los que usaban tratamientos de alivio tres o más veces por día eran más propensos que otros a tener ojo seco y también a que la enfermedad afectara su calidad de vida.
Los pacientes a los que les diagnosticaron el ojo seco más tardíamente eran más propensos a sentir malestar y dolor a diario. La demora diagnóstica también afectó la calidad de vida y la vida laboral.
El ojo seco “es un trastorno que no se cura completamente”, dijo el doctor Masakazu Yamada, profesor de oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kyorin en Tokio, Japón, que no participó del estudio. “Por lo tanto, el diagnóstico temprano y el manejo de la enfermedad son importantes”, agregó.
Los autores no hicieron comentarios sobre el estudio.
FUENTE: British Journal of Ophthalmology, online 21 de diciembre del 2016