Rubén D Lopera |
La relación que existe entre el hambre, algunas enfermedades, el envejecimiento y el estudio que hizo Yoshinori Ohsumi el científico japonés que gana el Nobel de medicina 2016 se pudiera aplicar en la práctica en Venezuela, sobre todo a la falta de alimentos y mala alimentación en el país.
Trataré de resumir lo que descubrió este Biólogo molecular el cual trabajó en Química, fertilización en vitro en ratones y por último estudió la “levadura del pan” un organismo unicelular eucariótico (células con membranas, citoplasma y núcleo) las cuales son semejantes a las humanas y de ahí su importancia en los hallazgos que obtuvo hace 28 años y hasta ahora a sus 71 años es reconocido con un premio Nobel.
En este estudio se involucra el término “autofagia” el cual fue acuñado por primera vez por el bioquímico Cristian de Duve ( premio Nobel de Medicina 1974) y que estudio los lisosomas (organelo citoplasmático celular) desde 1954; este organelo contiene enzimas que digieren proteínas, azúcares y grasas; por eso la célula se “come así misma”, autofagosomas. (digieren vacuolas o vesículas celulares).
Yoshimori, lo que descubre en la levadura y en la autofagia son los 14 genes que los lisosomas utilizan para el fenómeno de la autofagia que es el sistema de autoreciclaje del cuerpo y la alteración de estos genes de autofagia lisosomáticos pueden producir ciertas enfermedades como el cáncer, Parkinson y diabetes tipo 2. La autofagia celular además interviene y participa en la respuesta a la infecciones (eliminando bacterias o virus invasores) y en la adaptación a la falta de alimentos (inanición) debido a que recicla componentes de las propias células y permite adaptarse a situaciones de falta de alimentos aportando energía y materias primas para mantener el organismo. Así mismo este fenómeno sirve como sistema de control de calidad para deshacerse de proteínas o de otros organelos defectuosos que van surgiendo de manera natural con el envejecimiento.
En situaciones de estrés las células emplean la autofagia para obtener energía y materiales de manera rápida. La autofagia interviene en el desarrollo embrionario y en la diferenciación de las células. Una autofagia eficiente ayuda a frenar el envejecimiento y fallas en ella se relaciona con algunas enfermedades ya mencionadas en párrafos anteriores.
Con la hambruna que se está pasando en Venezuela no es difícil pensar que la autofagia celular esta trabajando a su máxima expresión, hasta que se agote su energía y de seguro habrá fallas en un futuro en el desarrollo embrionario de los niños que irán a nacer, envejeceremos más rápido y aumentaran los cánceres, diabetes y enfermedades degenerativas del sistema nervioso; las bacterias y virus se darán la gran vida con nuestras células y nuestro organismo. Si le agregamos que no se consiguen las medicinas necesarias estaremos cerca del paraíso o del más allá.
Los científicos siguen trabajando y este premio Nobel le dice a la Juventud “que no se cansen de seguir en sus retos, aunque no todos lograran descubrir muchos misterios de la ciencia”.