Científicos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) señalaron que desde julio pasado se ha registrado una “elevada mortalidad” de delfines en la costa suroeste de Florida, donde ocurre el fenómeno de la marea roja.
La agencia señala en un reporte que hasta el pasado 20 de diciembre 127 delfines han muerto en lo que han llamado “Evento de Inusual Mortalidad (UME, por sus siglas en inglés), ocurrido en especial en los condados Collier, Lee, Charlotte, Sarasota, Manatee, Hillsborough y Pinellas.
El informe señala que las autopsias practicadas a algunos de los delfines, que son del tipo nariz de botella, han confirmado que las causas de las muertes están vinculadas a la marea roja, lo que es un indicativo “de que esta UME está relacionada con la floración” de algas tóxicas.
“El dinoflagelado (la microalga Karenia brevis) que forma la marea roja se encuentra comúnmente en niveles bajos en las aguas del Golfo, pero puede tener efectos devastadores cuando las células se multiplican y forman una floración de algas dañina”, señala el reporte.
Dicha floración, que aunque en menor nivel sigue en curso en condados del suroeste de Florida, ha sido la causa también de la muerte de peces, tortugas marinas y manatíes, agrega la NOAA.
La agencia agregó en su informe que entre los años 2005 y 2006 ocurrió el fenómeno de la marea roja y acabó con la vida de 190 delfines, entre otras especies.
Desde noviembre de 2017, la costa suroeste de Florida sufre los estragos de la marea roja, un fenómeno natural y cíclico que se ha extendido más de lo normal, alcanzando incluso la costa sureste, con el consecuente efecto negativo en los comercios locales que dependen del turismo.
Ante la gravedad de la situación, el 13 de agosto el gobernador estatal, Rick Scott, que en enero jurará como senador federal, declaró el estado de emergencia en siete condados afectados por la marea roja.