Santo Domingo, R. D.-Los atletas de 29 países que participan en el Invitacional Mundial de Tenis de Olimpiadas Especiales realizaron un recorrido turístico por la Zona Colonial, donde disfrutaron de la gastronomía, cultura y bailes representativos del pueblo dominicano.
Fueron recibidos con un contagioso baile de zancos, que atrajeron la atención de los presentes con un toque de tambora y vestidos con coloridos atuendos.
El entretenido trayecto inició en la puerta de las Atarazanas Reales, ubicada en la avenida El Puerto, para ingresar a la Zona Colonial y de esta forma conocer en cada paso la historia cultural de nuestro país.
Museo de las Atarazanas Marítimas
Recorrieron el Museo de las Atarazanas Marítimas, donde cada uno de los participantes pudo observar todo lo relativo a los navíos.
Además, les fue presentado un documental sobre el Naufragio de los Navíos de Azogue de 1724, basados en el Barco Nuestra Señora de Guadalupe, del que existe una réplica en miniatura.
Frío-frío y dulces de coco
Como parte de las atracciones en el paseo, los atletas pudieron disfrutar de algunas bebidas y comidas típicas, que representan la cultura dominicana:
• Frío-frío
• Agua de coco
• Limonada
• Dulces de coco, leche, ajonjolí, guayaba, maní y naranja.
Catedral y obras de teatro
En la Fortaleza Ozama, pudieron visualizar una obra teatral con títeres sonoros, que era traducido por los guías turísticos.
Con entusiasmo, algarabía, emociones los atletas cantaron y bailaron los temas que escuchaban durante el recorrido.
De igual manera, conocieron la Catedral Primada de América, donde recibieron informaciones sobre su historia y fundación.
Al concluir el paseo, disfrutaron de un canto y baile de palos, al que se unieron emocionados.
Atletas expresan satisfacción
Luis Gustavo García, atleta de la delegación de Paraguay, disfrutó su recorrido mientras observaba con curiosidad las estructuras antiguas de la zona.
“Estoy muy agradecido y por primera vez vengo representar mi país”, manifestó con entusiasmo.
De igual modo, Ana María Aloe de Argentina, expresó que es bueno aprender de otras culturas para conocer lo que se tenga en común, en América Latina.
“Son muy buenas estas experiencias de compartir y capacitarnos. Es la primera vez que vengo a la República Dominicana, y estoy muy a gusto con la calidad humana que los representa”, sostuvo.
Palabras integras de Cándida Montilla de Medina en apertura cena a integrantes consejo directivo de Olimpiadas Especiales
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A continuación las palabras íntegras de la primera dama, Cándida Montilla de Medina, en la apertura de la cena ofrecida a integrantes del consejo directivo de Olimpiadas Especiales:
“Muy buenas noches amigos: Danilo Diaz, ministro de Deportes y Timothy Shriver Kennedy, presidente Olimpiadas Especiales Internacionales, y con ellos a todas las personalidades nacionales e internacionales que nos acompañan en este cálido encuentro dedicado a los miembros del board.
¡Muy buenas noches!
Me complace sobremanera reiterarles la bienvenida a esta tierra, cuya vocación de justicia y solidaridad con los más vulnerables hunde sus raíces en los albores de su historia.
Fue en diciembre del año 1511, menos de dos decenios después del descubrimiento y conquista de América, cuando Fray Antón de Montesinos pronunció en esta isla un discurso a favor de la igualdad que ha atravesado los siglos y que muchos consideran el primer manifiesto amerindio de derechos humanos.
En esa fuente abreva desde siempre nuestro pueblo. El compromiso con los más frágiles, brota espontáneamente en el espíritu de los dominicanos y dominicanas, convencidos de que los derechos son innegociables y deben prevalecer sin importar cuál sea la condición de las personas.
Olimpiadas Especiales ha sostenido durante cincuenta años esta misma determinación y demostrado que podemos cambiar la cultura social para edificar sociedades inclusivas.
El prestigio y peso moral de Olimpiadas Especiales, heredado de la generosidad y tesón de Eunice Kennedy Shriver, cuyo legado honra nuestro apreciado Timothy Shriver, son la garantía de que alcanzaremos ese mundo de respeto, tolerancia y empatía con el que soñamos los aquí reunidos.
Que Dios los bendiga.
¡Muchas gracias!”