Los itinerarios a Cuba de las tres grandes compañías de cruceros del país representarán más de 420 millones de dólares en ingresos entre 2017 y 2019, según una proyección del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba divulgada.
Los 211 viajes de Norwegian, Carnival y Royal Caribbean que incluyen Cuba además significarán para la isla ganancias por 50 millones de dólares en gastos de turistas en excursiones, restaurantes y habanos, entre otros, de acuerdo con el análisis.
De igual forma, el Gobierno Cuba recibirá otros 13 millones de dólares en tasas portuarias, que son de unos 79.000 dólares para los buques más grandes (de 684 a 2.052 pasajeros), detalló John Kavulich, presidente del Consejo.
Estas cifras de las tres grandes empresas, todas con sede en Miami (Florida), no incluyen nuevos itinerarios a Cuba que ya están previstos, ni los viajes de compañías de cruceros más pequeñas.
Según Kavulich, si cada embarcación navega a su capacidad, más de 357.000 pasajeros visitarán Cuba entre 2017 y 2019 dejando ingresos superiores a los 422 millones de dólares para EE.UU.
En 2016, cuando se restablecieron estos viajes de EE.UU. a Cuba, las ganancias de estas tres compañías sumaron en total 28.800 millones de dólares por concepto de sus viajes en 144 embarcaciones a sus distintos destinos.
En mayo de ese año partió el primer crucero a Cuba en más de 50 años, el Adonia, de la empresa Carnival, como parte del deshielo entre ambos países emprendido en los dos últimos años del mandato del presidente Barack Obama (2009-2017).
De igual forma, el 31 de agosto del año pasado, partió el primer vuelo comercial de EE.UU. a Cuba desde 1961 como parte del restablecimiento diplomático entre ambas naciones, ocurrido en 2015.
Según las proyecciones del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, los vuelos previstos entre 2017 y 2019 que parten de Florida representarán ganancias para las aerolíneas estadounidenses por 110 millones de dólares, y para hoteles y restaurantes del sur de Florida por 45 millones de dólares.
Sin embargo, pese a la apertura emprendida por Obama, aún persiste el embargo económico estadounidense a Cuba, que solo puede levantarlo el Congreso estadounidense, y todavía es difusa la nueva política hacia Cuba del presidente Donald Trump.