Héctor Danilo Sánchez
Special ReporterSanto Domingo, R. D.- El uso de tierras con elevada vocación agrícola y pecuaria en urbanizaciones y otras infraestructuras preocupa al Senado, pues el país registra un crecimiento poblacional que demanda cada vez más alimentos, sin embargo la superficie cultivable es fija.
La Cámara alta acogió una resolución presentada por el Congresista Senador Ingeniero Agronomo Adriano Sánchez Roa, donde se plantea la realización de estudios técnicos y medidas que determinen y delimiten la utilización de suelos agrícolas en obras ajenas a la producción.
“Es urgente elaborar y aplicar políticas precisas que preserven los suelos agrícolas de calidad, al tiempo de facilitar el necesario crecimiento infraestructural del país mediante el crecimiento vertical y la ocupación de la áreas no aptas para la producción”, dijo Sánchez Roa
A estos fines, al Poder Ejecutivo le fue remitida la pieza aprobada, en cuyo primer considerando dice que “La organización territorial tiene como fin esencial el desarrollo integral y equilibrado de sus recursos naturales, como base para alcanzar el bienestar colectivo y la preservación del medio ambiente”.
La iniciativa agrega que: “La utilización indiscriminada de los suelos ha conllevado al establecimiento de asentamientos humanos en zonas vulnerables ante los fenómenos naturales, como tormentas, inundaciones, movimientos telúricos, entre otros, ocasionando pérdida de vidas humanas y bienes materiales”.
Sánchez Roa señaló que “ante la realidad inexorable de que la población dominicana crece cada día y nuestro único hábitat -la tierra- no aumenta y, por el contrario, se degrada permanentemente, se hace impostergable la adopción de planes y estrategias que impidan que la construcción de las infraestructuras que reduzcan las áreas productivas y afecten el medio ambiente”.
SUGIERE PLAN QUE GARANTICE RECURSOS
La pieza sometida por Sánchez Roa precisa que ante el impacto y amenaza que representa el cambio climático para la supervivencia del planeta, el país debe ejecutar un plan que garantice el uso sostenible de los recursos naturales.
Sánchez Roa dijo que la ausencia de una regulación efectiva que norme y delimite el uso de los suelos, ha provocado la creciente urbanización de suelos de alta potencialidad agrícola, incluyendo clases I y II, reduciendo así gradualmente la superficie cultivable y con ello la disminución de la producción.
