Washington, – China podría llenar el hueco dejado en Centroamérica si el Gobierno retira la asistencia económica a El Salvador, Guatemala y Honduras, tal como ordenó el presidente Donald Trump la semana pasada, afirmaron hoy expertos del centro de estudios Atlantic Council.
“Si nosotros retrocedemos, China está lista para entrar. Hemos visto esto en todo el mundo y en Latinoamérica”, dijo el director para Latinoamérica del Atlantic Council, Jason Marczak, en una conferencia telefónica.
Marczak aseguró que el país tiene actualmente una “influencia increíble” en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, pero que corre el riesgo de perderla en caso de que ponga fin a los programas de asistencia a la región.
“Hay mucha preocupación con China”, advirtió.
La influencia de China en Latinoamérica ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, etapa en la que varios países han decidido romper relaciones diplomáticas con Taiwán y establecerlas con el gigante asiático.
De hecho, El Salvador, Panamá y República Dominicana han sido las últimas naciones que han tomado esa dirección en la región.
Los expertos analizaron el posible impacto que puede tener la retirada de todo tipo de asistencia del Gobierno estadounidense a los países del Triángulo Norte de Centroamérica, tal como ordenó Trump la semana pasada.
La decisión se tomó el pasado viernes por la noche después de que Trump criticara a los tres países del Triángulo Norte por “no hacer nada” por los estadounidenses y permitir la formación de caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a EE.UU.
Al respecto, Marczak consideró que la “inversión a largo plazo” de EE.UU. en esos países se traduce en “más seguridad y más empleos, es decir, menos necesidad de emigrar aquí”.
“Los Gobiernos locales no pueden parar a la gente que quiere salir. EE.UU. debe ayudar a construir más seguridad y fortalecer la economía para que la gente no tenga la necesidad de irse”, agregó.
De acuerdo a los últimos datos del Departamento de Estado, EE.UU.
aprobó en 2018 un total de 120 millones de dólares para Guatemala, 80 millones para Honduras y 58 millones para El Salvador.
Mientras tanto, en 2017, EE.UU. destinó 140 millones a Guatemala, 95 millones a Honduras y 73 millones a El Salvador.
La ex ministra de Exteriores de El Salvador María Eugenia Brizuela, que también participó en la llamada, señaló que este es un momento “crucial” para el devenir de las naciones centroamericanas.
“Es muy importante que EE.UU. continúe apoyando a nuestras instituciones. En caso de retirarse (la ayuda), no solo sería trágico ahora sino que en el largo plazo”, argumentó Brizuela, que dirige un equipo de trabajo del Atlantic Council sobre el Triángulo Norte.
Por otro lado, los analistas advirtieron a Trump de que terminar la ayuda financiera es una decisión que “saldrá cara”.
“Es una cantidad sustancial de dinero, pero si te centras en lo que costará retirarla… Va a incrementar la inseguridad, el tráfico de drogas en la región. Al final, va a salir más caro que mantener la asistencia”, subrayó Marczak.
“Es un dinero que va dirigido a políticas importantes para que haya prosperidad a largo plazo en esos países”, agregó.
El experto en Latinoamérica argumentó que la ayuda no solo está dirigida al desarrollo de estos países, sino que también tiene como objetivo ayudar a los estamentos de seguridad locales en sus luchas contra el crimen y las drogas y fortalecer sus sistemas judiciales.
Pese a haber ordenado retirar la asistencia a estos países, la capacidad de Trump para decidir sobre la ayuda exterior es limitada porque el Congreso es quien tiene la competencia sobre el presupuesto.(EFEUSA).