Casi 36 millones de niños se vieron obligados a abandonar sus hogares en 2020 huyendo de la violencia, los conflictos armados, la pobreza y los desastres naturales, de los cuales más de 20 millones se encuentran desplazados en sus propios países, ha alertado este jueves la organización Aldeas Infantiles SOS.
Con motivo del Día Internacional del Migrante, la organización ha alertado de que casi 12 millones de niños que han huido de sus hogares son refugiados y 1,3 millones son solicitantes de asilo, mientras que ha recordado que “el interés superior de cada niño debe guiar todas las acciones que les afectan”. Los desastres naturales, por otro lado, han provocado que casi tres millones de niños se hayan quedado sin casa.
En estos desplazamientos, los niños se enfrentan a un riesgo extremo de separación de sus familias, pérdida de seres queridos, violencia, hambre y falta de acceso a servicios médicos y educación, ha lamentado Aldeas Infantiles SOS en un comunicado, antes de recordar que “están expuestos a altos niveles de estrés antes de su partida, durante su viaje y al llegar a su destino”, lo que eleva la probabilidad de que su salud mental se vea afectada.
“Los niños y las niñas tienen derecho a protección, cuidados y educación, y a crecer con sus seres queridos siempre que esto sea posible, independientemente de su estatus migratorio o sus circunstancias personales o familiares”, ha indicado la organización en el documento.
En este contexto, la organización ha hecho un llamamiento a todos los gobiernos para que garanticen el respeto de los derechos fundamentales de los menores desplazados, que a menudo se ven violados, a la vez que ha subrayado que protegerlos es una obligación, recogida en el derecho internacional, que no puede estar sujeta a negociación.