La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha afirmado este jueves que la violación es un crimen “horrendo” pero se ha pronunciado contra la imposición de la pena de muerte y la castración quirúrgica como condenas contra los responsables.
“A raíz de numerosos informes de horribles violaciones, sucedidas en diferentes lugares del mundo en las últimas semanas, incluyendo Argelia, Bangladesh, India, Marruecos, Nigeria, Pakistán y Túnez, entre otros, la gente se ha indignado justificadamente y ha pedido justicia para las víctimas y la adopción de medidas para prevenir agresiones sexuales”, ha señalado.
“Comparto esta indignación y me solidarizo con las supervivientes, y con aquellos que exigen justicia, pero me preocupa que existan también llamamientos, y que en algunos lugares ya se estén aprobando leyes, para aplicar penas crueles e inhumanas además de la pena de muerte para los responsables”, ha manifestado.
En este sentido, ha citado la decisión del estado nigeriano de Kaduna de aprobar castraciones quirúrgicas a los condenados por violación, además de la pena de muerte en los casos en los que la víctima sea menor de catorce años.
Los gobernadores de los estados de Nigeria declararon en junio el estado de emergencia por las violaciones y la violencia sexual contra mujeres y niños, ante un incremento de los casos en medio de las restricciones impuestas en algunas zonas del país para contener la propagación de la pandemia de coronavirus.
Por otra parte, Bachelet ha recordado que el presidente de Bangladesh, Abdul Hamid, dictó el martes una ordenanza modificando la Ley de Prevención de la Violencia contra las Mujeres y Niños con el objetivo de incorporar la pena de muerte como castigo para las violaciones.
“El principal argumento en favor de la pena de muerte es que disuade que se cometan violaciones, aunque en la práctica no hay evidencias de que la pena de muerte disuada de cometer crímenes más que otras formas de castigo”, ha explicado Bachelet, que ha agregado que “los datos demuestran que la certeza de recibir una pena, más que su severidad, disuade de cometer el delito”.
FALTA DE ACCESO A LA JUSTICIA
“En la mayoría de países de todo el mundo, el problema clave es que para empezar las víctimas de violaciones no tienen acceso a la justicia, ya sea por estigma, miedo a las represalias, estereotipos de género arraigados y desequilibrios de poder, falta de formación de policías y jueces, por leyes que consienten o excusan ciertos tipos de violencia sexual o por la falta de protección para las víctimas”, ha lamentado.
Por ello, ha hecho hincapié en que la pena de muerte y la castración de hombres y mujeres condenados por violación no resolverán estos problemas ni servirán como medida preventiva.
“De hecho, la pena de muerte discrimina de forma sistemática y desproporcionada a las personas pobres y más marginadas, además de resultar a menudo en violaciones adicionales de Derechos Humanos”, ha dicho, al tiempo que ha resaltado que la castración viola la prohibición absoluta de la tortura y de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en cumplimiento con la legislación internacional sobre Derechos Humanos.
Bachelet ha pedido a los distintos gobiernos que “adopten un enfoque centrado en la víctima para combatir el flagelo de la violación y otros tipos de violencia sexual”.
“Es fundamental que las mujeres sean participantes activas en el diseño de las medidas para prevenir y combatir estos delitos, y que los funcionarios de orden público y judiciales reciban la formación pertinente para poder ocuparse de estos casos”, ha resaltado.
“Por muy tentador que pueda resultar imponer penas draconianas para aquellos que llevan a cabo estas acciones tan monstruosas, no podemos permitirnos cometer violaciones adicionales”, ha remachado.