Diez años después del lanzamiento de su icónico teléfono inteligente iPhone, Apple lanzó sus nuevos modelos en un acto que servirá, además, para estrenar oficialmente Apple Park, su nuevo y enorme campus que se espera que alumbre una nueva época del gigante tecnológico.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, estrenó el Auditorio Steve Jobs de Apple Park, con capacidad para 1.000 personas, para anunciar la nueva generación de iPhone que, como suele ser habitual en este tipo de eventos, llega precedida de numerosos rumores y predicciones sobre cuáles pueden ser sus principales novedades.
Este pasado fin de semana, una gran filtración desde Apple, recogida por toda la prensa especializada del mundo de la tecnología, dio pistas sobre los nuevos iPhone, que según estas informaciones se llamarían iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X.
Mientras los dos primeros serían versiones avanzadas y mejoradas del iPhone 7, que fue comercializado el año pasado, la verdadera innovación y el paso adelante de Apple estaría en el iPhone X, un modelo cuyo precio podría superar los 1.000 dólares.
A la espera de que mañana se desvelen todos los detalles, el iPhone X renunciaría a los marcos y al botón de inicio para aprovechar al máximo la superficie de la pantalla, que además contaría con tecnología OLED.
La supresión del botón inicio, que en los anteriores iPhone albergaba un buen número de funciones, podría ser cubierta por una barra táctil variable en la parte inferior de la pantalla y por nuevos usos en los botones de los laterales del dispositivo.
Según los informes del analista de KGI Securities Ming-chi Kuo, el iPhone X dispondrá de modelos en tres colores: negro, dorado y plateado.
Asimismo, el iPhone X reemplazaría la tecnología Touch ID, de huella táctil, por Face ID, una nueva forma de reconocimiento que detecta la cara del usuario para acceder al dispositivo.
Algunas fuentes apuntan también que iPhone X, cuya memoria RAM se situaría en los 3 gigas, podría soportar un cargador de batería sin cables.
Por otro lado, medios como The Wall Street Journal han informado en los últimos días que la fabricación del nuevo iPhone va a un ritmo más lento de lo esperado, lo que podría dar lugar a retrasos en la entrega de los dispositivos a sus compradores.
Además de los nuevos iPhone, se espera que Apple desvele mañana otros productos como una televisión con resolución 4K o la tercera serie de su reloj inteligente Apple Watch.
En cualquier caso, la presentación de mañana será muy relevante para la compañía tanto por el contenido como por el lugar, ya que será el primer acto oficial abierto a los medios de Apple en su nueva sede Apple Park, situada en la ciudad californiana de Cupertino.
Concebido como un apasionado proyecto de su fundador Steve Jobs, quien trabajó mano a mano con el famoso arquitecto Norman Foster, Apple Park es un campus con forma de anillo y con una superficie de más de 708.000 metros cuadrados.
Con aspecto de enorme nave espacial y con un presupuesto de 5.000 millones de dólares, Apple Park también cuenta con un novedoso sistema de eficiencia energética y con 9.000 árboles en sus terrenos.
