De tal palo, tal astilla. Jonás Cuarón ya está siguiendo de cerca los pasos de su padre, Alfonso Cuarón, y confirmando su papel en Hollywood. Y juntos han presentado en el marco del Festival de Cine de Los Angeles Desierto, la última cinta que han realizado juntos, en la que el padre produce y el hijo escribe y dirige. “Él siempre me dice haz lo que tú crees, sigue tu instinto.
Desierto es una película que me tomó 10 años, hubo muchos momentos que parecía que la iba a filmar y después no, muchos altibajos. Yo creo que una película es un proceso tan difícil que, si no tienes una necesidad personal de hacerla, es difícil acabarla”. En Desierto, que se describe como un thriller migratorio, un grupo de inmigrantes encabezados por Gael García Bernal intentan llegar a Estados Unidos, perseguidos por un vigilante de la frontera. Y más allá de la emoción y el suspense, la película cuestiona el odio al inmigrante y al extranjero.
Ya desde la publicación del primer tráiler, la polémica surgió de inmediato. “Es muy sintomático cómo, al crear ese tráiler que estaba evidenciando un discurso racista, es impresionante que los comentarios son todavía más racistas que el discurso que habíamos sacado. De tal manera que hicimos otro tráiler utilizando el discurso racista de los comentarios”. Desierto, que llega en un momento tan importante para la política de Estados Unidos ayudará sin duda a crear conciencia del papel de todos en la sociedad.
