Al menos 80 % de las cirugías en América Latina podrían realizarse mediante técnicas poco invasivas, principalmente la laparoscopía, que a mediano plazo resultan menos costosas para el sistemas de salud por la rápida recuperación que ofrecen al paciente, consideran especialistas.
Las instituciones sanitarias podrían evitar entre 500.000 y un millón de días de hospitalización al año si aplicaran estas técnicas en los pacientes de casi todas las especialidades médicas, dijo hoy a Efe Jeffrey Hazey, profesor de la Universidad Estatal de Ohio y médico del Wexner Medical Center.
En su visita para poner en marcha el primer centro de enseñanza en laparoscopía en la ciudad de Guadalajara (oeste de México), el especialista dijo que solo “una fracción” pequeña de los pacientes son atendidos mediante dicha técnica, cuando “en un mundo ideal” todos deberían tener acceso a ella.
La cirugía de mínima invasión puede ser practicada para curar enfermedades en especialidades como cardiología, neurología, urología, traumatología o ginecología.
El paciente se recupera en menos tiempo y puede regresar a sus actividades cotidianas en pocos días.
Al no haber herida por bisturí, se reduce su exposición a infecciones y disminuye el dolor posoperatorio, expresó a Efe Jacqueline Narváez, secretaria ejecutiva de la Sociedad Americana de Cirujanos Gastrointestinales y Endoscópicos.
Agregó que estas operaciones son costosas, pero a la larga son benéficas para el sistema de salud y los gobiernos, pues no sólo permiten que el paciente esté menos tiempo en el hospital, sino que logran que se reincorpore rápido a sus actividades laborales, lo que genera menos inversión en recursos hospitalarios y por pagos de incapacidad médica para las empresas.
Las instituciones de salud en México no cuentan con suficientes médicos especializados en la técnicas de mínima invasión, que son “altamente tecnificadas” y siempre deben practicarse de manera “segura”.
“Es una cirugía que requiere de entrenamiento específico porque, como todos los procedimientos quirúrgicos, si no se hace bien tiene el potencial de crear complicaciones muy serias”, explicó a Efe Eduardo Moreno Paquentin, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General.
Añadió que hay especialistas que se entrenaron “sin un plan ortodoxo” y suelen generar lesiones en órganos o hacen “cirugías innecesarias sólo porque se pueden hacer por laparoscopía”, lo que genera “complicaciones catastróficas” para el paciente.
La Sociedad Americana de Cirujanos Gastrointestinales y Endoscópicos, en conjunto con la Asociación Mexicana de Cirugía General, echaron a andar un programa de capacitación dirigido a médicos cirujanos y estudiantes conocido como iLAP, que busca generar recursos humanos en laparoscopía en hospitales públicos de al menos ocho ciudades de México.
El Hospital Civil de Guadalajara, en Jalisco, y el Hospital Central Militar, en Ciudad de México, son los primeros que albergan este proyecto con centros especializados de enseñanza en las técnicas de mínima invasión, un proyecto que ha sido replicado en otros países de América Latina como Perú y Nicaragua.
Se espera que el próximo año comiencen a funcionar los centros de ciudades como León, Pachuca, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Monterrey y Mérida.