¡Ahora es! Fue una consigna utilizada por el Partido Socialista Obrero Español (PESOE) durante la campaña que llevó a José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa en el año 2004, dirigida por la agencia del reconocido publicista Juan Campmany.
Aunque ha sido utilizada en otros países en tiempos de campaña, con éxito y sin éxito, creo que en estos momentos le cae como anillo al dedo al Partido Revolucionario Moderno y las demás fuerzas políticas de oposición.
Las condiciones objetivas y subjetivas están dadas para un cambio político y de rumbo en el país. El Partido de la Liberación Dominicana puede ser derrotado en las elecciones del año 2020, tanto en lo presidencial, como en lo congresual y municipal actuando correctamente, no importa que disponga del dinero del presupuesto nacional más las fortunas acumuladas por sus dirigentes en 20 años.
¡Ahora es!
El desgaste del PLD y el descredito de sus líderes es cada vez mayor por los continuos escándalos de corrupción, por la impunidad que los acompaña, por los abusos de poder, el cinismo, la delincuencia, la inseguridad ciudadana, el desempleo, el alto costo de la vida, los “salarios cebolla”, la criminalidad, el endeudamiento, las mafias que operan libremente en casi todas las instituciones, el nepotismo, la arrogancia, la degradación ética y moral de la política y del Estado, etc.
¡Ahora es! La crisis interna en el PLD es cada día más evidente. La unidad que muestran las fotos mienten. Los principales dirigentes del PLD son “enemigos íntimos”, no se pueden ver “ni en pintura” aunque se vean obligados a la “pose” unitaria. Sus contradicciones y desavenencias son muy grandes.
¡Ahora es! ¡La gente está harta del PLD! ¡No más PLD en el poder! Es el momento de la unidad interna en el PRM, dejar el sectarismo grupal, las ofensas y los maltratos, porque como dijera Luís Abinader su enemigo no es Hipólito Mejía, es el gobierno. Lo mismo que dice Hipólito, su enemigo no es ni lo será Luís, tiene que ser el PLD. Verlo de otro modo es insensato y torpe.
El PRM está terminando un proceso de organización y consolidación de sus estructuras. Deberá elegir sus nuevos dirigentes a nivel nacional. Terminada esa jornada, que debe ser sin traumas, tendrá que iniciar una etapa de crecimiento y afianzamiento de la “marca PRM” de cara al 2020. No sería mala idea -sugiero- escoger al candidato presidencial el próximo año para evitar problemas posteriores. El interés del país debe estar por encima de los intereses de los grupos y los candidatos, por más legítimas que sean.
Lo mismo tienen que hacer el Partido Reformista, Alianza País y los demás partidos opositores para buscar un espacio que le permita poder avanzar y lograr un espacio mayor.
El Movimiento Verde tiene un carácter social, no partidista. Como tal debe mantenerse. Ahora bien, los celos de los partidos hacia los “verdes” no tiene razón de ser, del mismo modo que los “anti partidos” de los “verdes” tampoco. Unos y otros forman parte de las fuerzas políticas y sociales que luchan por un mejor país. Los partidos buscan el poder, los “verdes” no.
En el PRD hay una corriente importante que lucha por alejarse del PLD, rompiendo incluso la alianza que hasta el momento solo ha favorecido pocos dirigentes, dejando a las bases “sin pico y sin flauta halando aire”.
Lo correcto es mantener el Bloque Opositor cohesionado jurando su rol en cada coyuntura, con posiciones unitarias como en el caso de la Ley de Partidos Políticos y garantías electorales, por ejemplo. Y luego, llegado el momento, propiciar un acuerdo nacional con todas las fuerzas políticas y sociales que quieren un cambio verdadero que saque el país del hoyo en que lo ha metido el PLD. ¡Ahora es!