Para Adele la vida no ha sido un camino de rosas, como ha confesado en el reportaje central de la edición de Diciembre de Vanity Fair donde incluso se preguntan ¿Donde está el Nobel para Adele? La británica tuvo que lidiar con una severa depreseión post parto que llegó a asustarle. Su pareja, el empresario Simon Konecki, le dio un certero consejo que le serviría mucho.
“Estaba recelosa y no le hablaba a nadie”, cuenta Adele, “Y mi novio me recomendó que hablara con otras mujeres embarazadas”. Aunque lo desechó en un principio, Adele se dio cuenta que su sentimiento era parecido al de otras mujeres y solo entonces se quitó ese peso de encima. Hace 4 años que tuvo a Angelo y no tiene planeado aumentar la familia.
Hoy tiene una estupenda relación con Simon Konecki, de quién le separan 14 años, pero lejos de ser un problema, es una ventaja. “Otros hombres con los que salí se sentían inseguros por mi fama, pero Simon ya es quien es y yo estoy en camino aún.” Adele asegura que no dudaría ni un instante en dejar su gira en el aire si llegase a sentir que su familia se tambalea. Esa es Adele.