El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, dijo hoy en Honduras que las fronteras de su país no están abiertas para indocumentados y elogió el esfuerzo del Gobierno que preside Juan Orlando Hernández para frenar la inmigración ilegal.
“Estoy aquí para decirles que nuestras fronteras no están abiertas para la migración irregular”, enfatizó Johnson en declaraciones a periodistas en San Pedro Sula, norte hondureño, donde presenció la llegada de 123 inmigrantes hondureños deportados hoy de Estados Unidos.
Antes de trasladarse a San Pedro Sula, el alto funcionario estadounidense se reunió en Tegucigalpa con el presidente hondureño, con quien dijo escuetamente que dialogaron sobre “muchas cosas” y que Estados Unidos apoya los esfuerzos que se están haciendo en la región” centroamericana “en muchas áreas” como la “migración”.
Johnson resaltó el trabajo del presidente Hernández y su esposa, Ana García, para evitar que los hondureños se vayan a Estados Unidos.
Además, advirtió a los inmigrantes hondureños, “hombres, mujeres y niños”, que si son apresados por las autoridades de Estados Unidos, se les aplicarán “las leyes migratorias”.
Si una corte migratoria determina que el inmigrante no es elegible para ingresar a Estados Unidos, será regresado “a su casa”, una advertencia que lanzó también este jueves en su visita a El Salvador.
“No crean en los coyotes (traficantes de personas), no vayan a ser explotados por los coyotes. Y si eres aprendido en los Estados Unidos después de haber emigrado de forma irregular, tenemos que regresarte a tu país”, recalcó Johnson.
También indicó que desde octubre de 2015 y lo que va de 2016 han sido deportados más de 11.000 hondureños.
Sobre las acciones de Estados Unidos para evitar la inmigración de centroamericanos a su país, recordó que Washington ha aprobado 750 millones de dólares para los países del Triángulo Norte de Centroamérica que integran El Salvador, Guatemala y Honduras.