Un fuerte terremoto devastó una serie de localidades montañosas en el centro de Italia la madrugada del miércoles, lo que dejó residentes atrapados bajo los escombros y varios desaparecidos, y al menos 38 personas han muerto, según las autoridades.
El seísmo se produjo en las primeras horas del día, cuando la mayoría de las personas dormía, y arrasó casas y vías en varias ciudades y pueblos a unos 170 kilómetros al este de Roma en el corazón montañoso del país, lo que hacía más difícil la operación de rescate, según la portavoz Immacolata Postiglione.
“Ahora que ha llegado la luz del día, vemos que la situación es aún más terrible de lo que temíamos, con edificios derrumbados, personas atrapadas bajo los escombros y sin señales de vida”, dijo el alcalde de Accumoli, Stefano Petrucci.
Había grietas en los edificios que quedaban en pie. Los residentes retiraban los escombros con sus propias manos antes de la llegada de los servicios de emergencia con equipos para remover la tierra y perros rastreadores.
Los servicios de emergencia han distribuido una fotografía aérea que mostraba franjas destruidas de la ciudad de Amatrice, mientras los escombros llenaban las calles de la localidad cercana de Accumoli.
El terremoto causó daños en ciudades de las regiones de Umbría, Lacio y Las Marcas. El seísmo ocurrió durante el verano, cuando la población de las localidades de la zona, normalmente baja, aumenta por la llegada de turistas.
Unas 100 personas siguen desaparecidas en la localidad de Arquata del Tronto.
“Tres cuartas partes de la ciudad ya no están allí”, dijo el alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, a la cadena estatal de televisión RAI. “El objetivo ahora es salvar tantas vidas como sea posible. Hay voces bajo los escombros, tenemos que salvar a las personas que están allí”, agregó.
Entrevistado por la agencia de noticias AGI, Stefano Petrucci, alcalde de Accumoli, pequeño pueblo localizado cerca del epicentro y entre los más afectados, describió como “dramática” la situación.
“La situación es dramática. Hay muertos y edificios destruidos. No logramos sacar aún a la gente”, aseguró conmovido. Según Petrucci, se oye pedir ayuda bajo los escombros a una familia entera con dos hijos.
Un reportero de Reuters dijo que el hospital de la ciudad fue gravemente dañado por el terremoto, por lo que los pacientes fueron trasladados a la calle. La RAI informó de que dos niñas afganas, que se cree eran solicitantes de asilo, también estaban desaparecidas en la ciudad.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que dijo que el seísmo fue de magnitud 6,2, dijo que su epicentro se ubicó cerca de la ciudad de Nursia, en Umbría.
El daño que ocasionó el seísmo fue más grave debido a que el epicentro fue relativamente poco profundo, a unos cuatro kilómetros debajo de la superficie.
El jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, confirmó a RaiNews 24 que “muchos edificios quedaron destruidos” como consecuencia del seísmo, que calificó de “severo”.
Muchas carreteras y caminos que llevan a los pueblos de montaña se encuentran bloqueados. “En uno de los caminos hay un alud de tierra, en el otro un puente está a punto de derrumbarse”, explicó Pirozzi en declaraciones a RaiNews.
Amatrice es un pueblo de montaña fresco en verano, muy popular entre los romanos que quieren huir los fines de semana del abrasador calor de agosto.
Un habitante de Arquate informó que de estaban destruidos varios edificios de este pueblo a 25 km de Norcia y que ignoraba si había personas heridas. “Los habitantes están en la plaza central. Muchos edificios se han derrumbado” dijo.
Más temprano, una habitante de la zona de Rieti había relatado a RaiNews 24 que la población abandonó corriendo sus domicilios en mitad de la noche al sentir “una fuerte sacudida”.
Varias réplicas pudieron sentirse durante el resto de la noche, una de 3,9 grados en la provincia de Perugia y otra más fuerte de 5,3 grados, que nuevamente se sintió en Roma, hacia las 04h30 locales.
El centro de Italia sufrió hace siete años, en mitad de la noche, un fuerte terremoto de 6,3 grados que provocó mas de 300 muertos en la región de Acquila.
La comparación con el terremoto de L’Acquila ha sido inevitable, ya que hay una distancia de apenas unos 60 kilómetros y la magnitud fue casi la misma, de 6,3 grados.
“La intensidad ha sido similar, pero la diferencia es que la densidad de la población es diferente, este terremoto ha afectado a zonas menos pobladas”, explicó el responsable de Protección Civil.