El Miami Seaquarium calificó hoy de “falsos e inflamatorios” los comentarios vertidos por un grupo defensor de los animales que afirma que la orca Lolita sufre daños físicos y mentales en su confinamiento, argumentos que ya fueron desestimados en junio pasado por un tribunal de Miami.
La organización People for Ethical Treatment of Animals (PETA) divulgó este jueves un comunicado en el que aseguraba que, sin la compañía de otros mamíferos de su especie y con animales incompatibles, Lolita sufría “frecuentes infecciones y un comportamiento anormal inducido por el estrés”, según los documentos presentados por los veterinarios de PETA.
Pero el Miami Seaquarium destacó a Efe que PETA “continúa ignorando la realidad de los hechos”: que Lolita recibe atención médica de primer nivel, que muestra una “extraordinaria buena salud” y que no hay ninguna muestra de que sufra daño mental o físico.
De hecho, añadió el parque de diversiones, Lolita es una de las orcas “más saludables examinadas”, ya sea en libertad o cautiverio en una instalación.
Resaltó además el acuario marino más antiguo de EE.UU. el hecho de que en junio pasado una jueza de Miami desestimó un demanda conjunta interpuesta contra el Miami Seaquarium por el confinamiento de la orca, que lleva 46 años en el parque marino.
La jueza Úrsula Ungaro determinó entonces que la demanda no prueba que las condiciones de vida de la orca violen la Ley de Especies en Peligro (ESA).
El dictamen de la magistrada, apuntó el acuario, prueba que la actuación del Miami Seaquarium con relación a Lolita se ha mantenido en total cumplimiento con las leyes, incluida la ESA, y no ha existido un situación de daño y acoso a la orca.
Rechazó por falso el “comunicado” de PETA en el que señala que las instalaciones donde vive la orca no cumplen con los requisitos legales y subrayó que Lolita “disfruta enormemente” con la compañía de los delfines.
Lolita fue capturada en 1970 en la zona costera de Puget Sound, en el estado de Washington (noroeste de EE.UU.), cuando contaba con unos cuatro años de edad, y ha pasado los últimos 46 años en el Miami Seaquarium.
En 2005, las orcas fueron declaradas especie en peligro de extinción. Sin embargo, esta designación no se extendió a Lolita hasta 2015, después de que la Fundación PETA y otras asociaciones exigieran su inclusión en el listado, pese a estar confinada.