Miami, .- La segunda fecha del Ultra Festival culminó la madrugada de este domingo con más orden comparado con el caos que se vivió la noche del viernes, aunque los asistentes debieron formar largas filas para poder abandonar en recinto en Cayo Virginia.
Tal como reportan medios locales, la organización de este festival de música electrónica dispuso su flota de 200 autobuses para transportar al público desde poco antes de la medianoche, y además se hizo una nueva distribución de los carriles en la autopista Rickenbacker, que conecta la isla con tierra firme.
Los asistentes debieron esperar dentro del perímetro del evento antes de abordar un autobús que los dejaría en uno de los tres puntos de llegada en el centro de Miami, una espera que dependió del momento en que se abandonaba la explanada cerca del Marine Stadium y que en algunos casos se extendió hasta dos horas, como señala el diario Miami Herald.
La organización había anunciado el sábado que para paliar las largas filas programaron actividades y mantuvieron puestos de comida y bebidas más allá de las 2 de la madrugada (6.00 GMT), hora en que Deadmaus, el último DJ de la noche, daba arranque a su sesión.
La primera fecha del Ultra Festival acabó la madrugada del sábado con un atasco mayúsculo y una confusión generalizada entre el público asistente, que mereció un nuevo plan de parte del equipo de seguridad del evento, elaborado en colaboración con las autoridades locales.
“Esperamos poder ofrecerle un significativamente mejor transporte hoy y durante todo el fin de semana”, manifestó la organización del festival en un comunicado, en el que reconoció los problemas ocurridos la primera jornada.
El director de seguridad del Ultra Festival, Ray Martínez, ofreció el sábado una rueda de prensa en la que dio cuenta de un nuevo plan de transporte, que incluye carriles exclusivos para los autobuses.
La edición de este año del Ultra Festival se desarrolla en un nuevo emplazamiento, en el Cayo Virginia, donde no hay estacionamiento para vehículos privados y, por ende, los 50.000 asistentes que se calcula el festival recibe cada uno de sus tres días deben llegar en un autobús contratado por la organización, o en taxis y Uber/Lyft.
En noviembre del año pasado, la ciudad cerró un acuerdo de 2 millones de dólares con el Ultra Festival por el que el evento trasladó su sede al Cayo Virginia, luego de celebrarse desde 2012 en el Bayfront Park, en el centro de la ciudad.
La masiva asistencia de público, la congestión de vehículos y algunos altercados habían generado un gran malestar entre los residentes de la zona que venían pidiendo al gobierno local un cambio de ubicación.
Creado en 1998, y con más de veinte “sucursales” repartidas por todo el mundo, el Ultra Festival comenzó su andadura en Miami Beach y es considerado uno de los eventos de música electrónica más importantes del planeta.(EFEUSA)