El Índice de Gestores de Compras compuesto (PMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se aceleró en julio a máximos no vistos desde abril de 2022, hasta los 55 puntos, dos décimas más, tras detectarse un repunte de los servicios, pero un retroceso de las manufacturas.
Según ha desvelado provisionalmente S&P Global, que esta cifra rebase el 50 implica que la actividad económica estadounidense está expandiéndose, como lleva haciendo ya 18 meses consecutivos.
No obstante, el diferencial entre los motores del crecimiento se acentuó dado que el sector servicios apuntaló su avance y la producción industrial cedió por primera vez en seis meses.
Además, se ha registrado un menor ritmo de creación de empleo y la segunda caída consecutiva en la confianza empresarial por las pobres perspectivas futuras, dinámica motivada, en parte, por la creciente incertidumbre política ante las elecciones presidenciales de noviembre.
Mientras tanto, la fuerte competencia hizo que los precios de venta al público de bienes y servicios aumentaran a uno de los ritmos más contenidos de los últimos cuatro años, aunque sí se registraron nuevas presiones al alza del lado de los costes de producción. Así, los precios de los insumos de bienes y servicios subieron al ritmo más pronunciado de los últimos cuatro meses.
“Los datos preliminares del PMI apuntan a un escenario de ‘Ricitos de Oro’ al inicio del tercer trimestre, con la economía creciendo a un ritmo robusto mientras la inflación se modera”, ha resumido el economista jefe de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, que ha cuantificado en un 2,5% el avance anualizado del PIB tras los datos obtenidos. Sin embargo, el analista ha alertado sobre la atonía de la industria, la incertidumbre y la inflación.
“Desde el punto de vista de la producción, el crecimiento se ha desequilibrado de forma preocupante, con el sector manufacturero retrocediendo hacia la contracción a la vez que el sector servicios se fortalece aún más. […] Tanto los fabricantes como los proveedores de servicios informan de una mayor incertidumbre en torno a las elecciones, lo que está frenando la inversión y la contratación”, ha añadido.
“La encuesta de julio registró un aumento de los costes de los insumos, vinculado a la subida de los costes de las materias primas, el transporte y la mano de obra. Estos costes más elevados podrían repercutirse en los precios de venta, de mantenerse, o provocar una reducción de los márgenes”, ha explicado Williamson a cuenta de la inflación.
En términos desagregados, el PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios se encuentra en máximos de 28 meses, con 56 puntos, esto es, una subida de siete décimas desde el sexto mes de 2024.
Por su parte, el PMI del Sector Manufacturero alcanzó el 49,5 desde el 51,6 de junio, su peor marca en siete meses. Después, el PMI de Producción del Sector Manufacturero, que mide si la actividad de las empresas es superior, igual o inferior al mes anterior, se situó en 49,5 puntos también, dos puntos y seis décimas menos.