¿A cuántos amigos, familiares, esposas o esposos ha escuchado afirmar: “no me gustan las furgonetas”? Imagino que a muchos. Los vagones, furgonetas, paneles o pisicorres como se les conoce en algunos países, nunca han sido extremadamente populares en Estados Unidos y figuran solo por el 1.1% de las ventas totales. El fabricante que lidera en este sector es Volvo, y con o sin proponérselo, va a revertir en alguna medida el poco apego a este practico tipo de vehículo, con su flamante V90.
Desde su introducción hace casi 20 años, el Cross Country, la versión más aventurera de Volvo Cars, se ha convertido en sinónimo de robustez y seguridad. Autos duraderos, adaptables a terrenos arduos y duras condiciones meteorológicas. Suecia, un país con clima duro y cubierto casi en un 80% por lagos y bosques, ha sido el laboratorio natural para el desarrollo y prueba de este tipo de autos y algo más…son también los suecos reconocidos por sus diseños prácticos, ergonómicos y de comedida belleza.
El V90 y la versión Cross Country que evaluamos esta semana, es uno de esos autos en los que adivinas el propósito expreso de sus diseñadores para apasionar. Tanto en el exterior como en el muy bien terminado interior, el ojo se deleita como cuando estas frente a la creación de un buen pintor. El diseño del V90 atrae sin ser estridente. Es fluido y magnánimo como una aurora boreal a las afueras de Kiruna, en el norte sueco.
Encontré por primera vez a este auto el pasado mes de abril, cunado asistí a un evento anual en el que varios periodistas automovilísticos del noroeste, tuvimos la oportunidad de evaluar casi 40 autos que, en algún momento, sus dueños podrían llevarlos fuera del cómodo asfalto. SUV, Crosovers y camionetas, desde los más “inofensivos” como el MINI Countryman, hasta lo indetenibles como la RAM Power Wagon o un Jeep Wrangler Trailstorm. Justo ni de un lado o del otro, sin hacer demasiado bullicio, Volvo mostró un V90 Cross Country, un vehículo tan hermoso como practico. Quede gratamente impresionado por su desempeño en condiciones muy irregulares del terreno en aquel evento, y esta semana, he podido pasarla en su compañía, tiempo suficiente para reafirmar mi impresión inicial; el Volvo V90 Cross Country es uno de esos autos de los que es muy, muy fácil enamorarse.
Este auto de gama media para la ciudad trae suficiente motor como para ser entretenido, suficiente economía de combustible para consentir a los preocupados por el medio ambiente, y generoso espacio de carga para acarrear todas las compras del mercado, o equipajes que la tía llevará al aeropuerto en su viaje a Cuba. Cuando el aburriendo asalte, y las series de Netflix ya sean pan comido, el Volvo V90 Cross Country le podrá llevar lejos, pues tiene una opción de manejo “off-road” y más distancia al suelo -11.8 pulgadas- que muchos de sus competidores, incluyendo, aunque no lo crea, el Ford Explorer o el Subaru Outback. El Cross Country AWD cuenta con el sistema Volvo Haldex, que envía la tracción donde más se necesita, con el poder disponible para todas las ruedas, todo el tiempo.
En la carretera, hay una opción que los que acostumbren a conducir en tráfico pesado agradecerán. Se trata del control de crucero adaptativo – parte del “sistema de transmisión semiautónomo” de Volvo – que permite la conducción independiente hasta a 30 millas por hora. Ciertamente el auto reclama que tengas las manos sobre el volante si lo dejas de hacer por más de 10 segundos, pero si puede convivir a alguna que otra frenada o aceleración brusca, podría dejar al auto hacer todo el trabajo, mientras usted se dedica a husmear sin preocupación en el conductor o conductora que le acompaña en el auto de vecino.
Por mucho que he disfrutado este auto, siempre hay algo que amonestar. La propensión de Volvo de eliminar la mayoría de la botonería para controlar funciones de audio o clima nos deja apegados a una gran pantalla táctil tipo Tablet, con más menús y opciones de las que me sentí seguro operado a más de 35 millas por hora. En una ocasión quise escuchar un podcast desde mi teléfono, y para evitar un accidente, decidí estacionarme y navegar por la interfase un par de minutos, hasta encontrar la opción adecuada. Estéticamente es sin disputa un gran logro. Funcionalmente, un quebradero de cabeza, y en mi opinión, una distracción innecesaria cuando conducimos. Afortunadamente Volvo tiene los mejores asientos de la industria, y un sistema de audio Bowers & Wilkins, que, aunque algo caro -$3,500- como opción suplementaria, no dude en adicionarlo a su nuevo vehículo. El deleite auditivo de este sistema pagará en creces la inversión.
Este no es un auto barato. Recordemos que hablamos de la división de sedanes y furgonetas de lujo, y que, comparado con sus competidores alemanes de Audi y Mercedes, les aventaja con precio de entrada inferior, unos $54,295. El Volvo V90 es uno de esos autos que puede deshacer tabúes. Si usted es de los que se ha resistido a admirar una furgoneta, tenga cuidado y trate de mantenerse alejado de un volvo V90 Cross Country. Puede que sea hechizado.