Los documentos ultrasecretos hallados en la casa de Donald Trump en Florida “probablemente fueron ocultados” para obstruir una investigación del FBI sobre el posible mal manejo de materiales clasificados por parte del expresidente, dijo el Departamento de Justicia en una nueva y explosiva presentación judicial.
El expediente, divulgado el martes por la noche, ofrece el recuento más detallado hasta ahora de las razones del FBI para allanar el 8 de agosto la residencia de Trump en Mar-a-Lago, un registro originado por una revisión de los archivos que el exmandatario había entregado a las autoridades y que contenían información confidencial.
Aparentemente, los fiscales buscan determinar si Trump o alguno de sus allegados incurrió en un delito para evitar que agentes federales recuperaran documentos clasificados en posesión del expresidente.
Antes de la redada, el FBI descubrió “múltiples fuentes de evidencia” de que “documentos clasificados que seguían en Mar-a-Lago”, señala el expediente.
“También reunió evidencia de que registros gubernamentales probablemente fueron ocultados y eliminados (…) y que probablemente hubo un esfuerzo para obstruir la investigación del gobierno”, agrega la presentación.
El Departamento de Justicia describe en particular cómo cuando los agentes del FBI fueron por primera vez a Mar-a-Lago en junio para recuperar varios archivos, un miembro del equipo de Trump les proporcionó “una declaración jurada” de que se trataba de los últimos que se encontraban en la residencia.
Pero durante el registro de agosto, la policía federal encontró unas 30 cajas con documentos tan delicados, desde “confidenciales hasta ultrasecretos”, que los abogados del FBI y del Departamento de Justicia tuvieron que buscar “autorizaciones adicionales” antes de poder consultarlos.
Las acciones descritas por el Departamento de Justicia muestran un “engaño deliberado” y un comportamiento “extremadamente irresponsable” del círculo íntimo de Trump, criticó el congresista demócrata Adam Schiff, presidente de un comité de inteligencia del Congreso.
“Por todo el piso”
En la última página del informe, una llamativa fotografía muestra documentos incautados por la policía federal, marcados como “Top Secret”, esparcidos sobre una alfombra con motivos florales.
“Terrible la forma en que el FBI, durante la Redada de Mar-a-Lago, esparció documentos al azar por todo el piso (¡quizás fingiendo que fui yo quien lo hizo!), y luego comenzó a tomarles fotografías para que el público los viera”, respondió Trump en su plataforma Truth Social el miércoles, asegurando que los había desclasificado de antemano.
Trump, que coquetea con la idea de volver a postularse a la Casa Blanca en 2024, lleva meses denunciando una “caza de brujas” en su contra por la administración de su sucesor, el demócrata Joe Biden, y cree que la justicia “nunca debería haber permitido el allanamiento” de su mansión en Florida.
El Departamento de Justicia, por su parte, indica que ha explicado el proceso que condujo al allanamiento para “corregir la narrativa incompleta e inexacta presentada” por Trump.
La declaración del departamento responde a la petición realizada la semana pasada por el expresidente para que un experto independiente examinara los documentos incautados en su domicilio por el FBI.
Pero según el Departamento de Justicia, nombrar a este tercero podría bloquear el acceso de los investigadores a los documentos, y la justicia no debería hacerlo “porque estos documentos (incautados) no pertenecen” a Trump.
Esta instancia “no es necesaria y dañaría gravemente los intereses del Estado, incluso en términos de seguridad nacional”, sostiene la presentación.
La investigación y allanamiento en Mar-a-Lago se desencadenó con la entrega en enero a la Administración Nacional de Archivos, responsable de consignar para la historia las actividades presidenciales, de 15 cajas de documentos que Trump se llevó consigo al irse de la Oficina Oval.
Algunos de estos documentos incluían la sigla “HCS”, que en los servicios de inteligencia estadounidenses designa información proporcionada por “fuentes humanas”, informantes y otros agentes encubiertos. El examen de estas cajas convenció al FBI de más materiales de este tipo estarían en poder del expresidente.
Los investigadores sospechan que Trump violó una ley estadounidense sobre espionaje que regula muy estrictamente la posesión de documentos confidenciales.
El multimillonario también es objeto de investigaciones sobre sus intentos por anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 y su papel en la asonada de sus seguidores al Capitolio el 6 de enero de 2021. Actualmente no está siendo procesado en ningún caso.