Washington, 1 may (EFEUSA).- El Gobierno de Donald Trump y la mayoría republicana en el Congreso cedieron ante las demandas demócratas sobre el presupuesto federal y alcanzaron en la noche del domingo un acuerdo definitivo para dotar de fondos a las agencias públicas de EEUU hasta septiembre y evitar cerrar la Administración.
Las exigencias del presidente fueron diluyéndose a medida que avanzaban las negociaciones y los demócratas se reafirmaban en sus “líneas rojas”, como incluir fondos para comenzar la construcción del muro con México o ampliar la fuerza de deportación en la frontera.
De este modo, a lo largo de la semana, está previsto que ambas cámaras voten para aprobar el texto, que contempla un presupuesto de alrededor de un billón de dólares, y evitar así el cierre temporal del Gobierno, cuya fecha límite es el día 5 de mayo.
Asimismo, la ley presupuestaria no retira los fondos federales a las conocidas como “ciudades santuario” -aquellas que no persiguen activamente a los inmigrantes indocumentados-, como pretende el multimillonario, y tampoco quita el presupuesto a Planned Parenthood, la mayor asociación de clínicas abortivas del país.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo hoy al respecto en su rueda de prensa diaria que el presidente “buscará” incluir sus prioridades en el presupuesto del año fiscal 2018, ya que el proyecto actual cubre lo que resta de 2017, es decir, hasta el 30 de septiembre de este año.
“Este acuerdo es un buen acuerdo para el pueblo estadounidense, y acaba con la amenaza de un cierre del Gobierno. El proyecto de ley asegura que los dólares de los contribuyentes no se usen para financiar un muro fronterizo ineficaz, (…) e incrementa las inversiones en programas que apoyan la clase media, como la investigación médica, la educación y la infraestructura”, dijo el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
“Al principio de este debate, los demócratas claramente marcamos nuestros principios. Al final, este es un acuerdo que refleja esos principios”, aseveró el senador.
Además de lograr sacar del presupuesto esas cuestiones, los demócratas también han conseguido una financiación de 295 millones de dólares para financiar el programa de salud para la gente con bajos recursos de Puerto Rico, así como fondos para los subsidios ofrecidos por la actual ley de salud, que los republicanos quieren tumbar.
Los Institutos Nacionales de Salud tendrán un aumento presupuestario de 2.000 millones de dólares, hasta un total de 34.000 millones, mientras que el acuerdo protege el 99% del presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y aumenta la financiación de energías limpias a pesar de los intentos de Trump de hacer recortes en estas áreas.
Por otra parte, también se contempla un fondo de 1.000 millones de dólares para las posibles hambrunas en África u Oriente Medio y 600 millones de dólares adicionales para combatir la crisis de adicción a los opiáceos que sufre Estados Unidos.
El texto tampoco mina las disposiciones de regulación sobre Wall Street amparadas en la ley Dodd-Frank -aprobada tras la crisis de 2008 para controlar más el sector financiero-, como pretendían los conservadores.
La victoria para los republicanos radica en que la ley presupuestaria aumenta en 1.500 millones de dólares los fondos para la seguridad fronteriza y en 15.000 millones los fondos de defensa, aunque el mandatario había solicitado el doble.
“El proyecto de ley de financiación del Gobierno incluye un aumento sustancial en la financiación de la defensa para ayudar a mantener a los estadounidenses a salvo. Esto supone un pago inicial sobre la promesa del presidente Trump de reconstruir nuestra fuerza militar para el siglo XXI. Y lo hace sin romper los límites presupuestarios existentes”, consideró el presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan.
Ryan destacó que esto pone fin a la exigencia demócrata de que cualquier aumento en la financiación de defensa debía ser igualado con más inversión en asuntos no vinculados a ella, un “precedente pernicioso”, según el congresista, al que se ha puesto fin esta semana.
De este modo, los republicanos han cedido en la mayoría de las peticiones demócratas para evitar un cierre gubernamental en los primeros meses de mandato de Trump, algo que hubiera supuesto el despido temporal de miles de empleados federales y pérdidas multimillonarias.