El presidente, Donald Trump, reafirmó hoy su apoyo a la política de “tolerancia cero” aplicada a los inmigrantes que llegan a la frontera, y aseguró que los demócratas pretenden que la inmigración ilegal “infeste” el país.
“Los demócratas son el problema. No les importa el crimen y quieren que los inmigrantes ilegales, sin importar lo malos que sean, entren e infesten nuestro país, como la (pandilla) MS-13. No pueden ganar con sus terribles políticas, así que ¡los ven como potenciales votantes!”, dijo.
Trump redobló su defensa a estas medidas, que desde que se impusieron a mediados de abril han provocado miles de separaciones familiares entre los inmigrantes que llegan a la frontera, provocando numerosas críticas, tanto desde la oposición demócrata como desde dentro de su propio partido.
“Siempre debemos arrestar a las personas que ingresen ilegalmente a nuestro país. De los 12.000 niños, 10.000 son enviados por sus padres en un viaje muy peligroso, y solo 2.000 están con sus padres, muchos de los cuales han tratado de ingresar ilegalmente a nuestro país en numerosas ocasiones”, argumentó el mandatario.
El fiscal general, Jeff Sessions, anunció la política de “tolerancia cero” hace unas semanas, diciendo que el Departamento de Justicia enjuiciará penalmente a todos los adultos que intenten cruzar ilegalmente la frontera con México.
De esta forma, los adultos son llevados a centros de detención y los niños pasan a manos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Trump argumenta falsamente que esta práctica responde a una aplicación de la ley actual, sin embargo se trata de una medida discrecional que, bajo las mismas leyes, no fue puesta en marcha por Gobiernos anteriores, tanto demócratas como republicanos.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, aseguró este lunes, que la Administración Trump “no va a pedir perdón” por separar a los niños de sus madres, mientras en los medios de comunicación circulan duras imágenes y testimonios de los menores afectados.
El Gobierno ha admitido que la separación de los niños de sus familias en la frontera tiene como fin disuadir la inmigración ilegal, una táctica que ya había adelantado hace un año el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, que podría adoptar.