Santiago, R.D.- El Calígula de Santiago como era bautizado el presidiario Adriano Rafael Román Román, condenado a 20 años de cárcel por intento de asesinatos contra su exesposa Miguelina Llaverías y a otros 20 más a su abogado Jordi Veras, y quien murió de un infarto fue sepultado con la asistencia de un reducido grupo de personas y ausencia de sus cuatro hijos e hijas.
Su velatorio fue en la Funeraria Blandino ubicada en la esquina que forman las calles 27 de Febrero y 6 de Septiembre en Pueblo Nuevo en medio de estrictas medidas de privacidad, con impedimento de miembros de la prensa, donde se observó el desfile de escasos parientes, ausencia de sus hijos, siendo sepultado en el Cementerio Privado “Jardín del Recuerdo” situado en el sector la Otra Banda.
En el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) se estableció que Román Román, de más de 80 años de edad, sufrió un Accidente Cerebro Vascular-ACV- en la cárcel en donde pulgada 40 años de prisión y en el trayecto del reclusorio al Hospital Universitario Regional José María Cabral y Báez falleció.
Estaba condenado a 20 años de prisión por haber ordenado el asesinato de su exesposa Miguelina Llaverías en el 2005, al cual sobrevivió aunque quedó con una lesión permanente en su rostro debido a una serie de torturas sometidas por su esposo.
A darle el adiós final a su última morada no asistieron ningunos de los cuatro hijos que procreó con Dona Miguelina Llaverías asistieron al funeral.
Román Román fue condenado a otros 20 años de prisión por haber contratado varias personas para eliminar físicamente al abogado Jordi Veras, el día 2 de junio del año 2010.
Debido al atentado, Veras, perdió la visión de un ojo tras el atentado criminal a pesar de haber sido llevado a Estados Unidos a tratarse con especialistas.
El presidiario permaneció interno por más de 6 meses en el Centro Médico de Especialidades Materno Infantil en procura de que el juez de la ejecución de la pena emitiera prisión domiciliaria, lo que nunca logró.
En ese tiempo logró obtener el permiso para contraer matrimonio con su secretaria personal desde hacía 40 años, Dona Primavera Guzmán.
Guzmán contrajo matrimonio, a pesar de que Román estaba casado con su esposa y madre de sus 4 hijos Doña Miguelina Llaverías.
Llaverías hija de Carmen Luisa Morel y Héctor Francisco Llaverías, ambos con apellidos de abolengo familias considerada de calidad humana y reconocidas en Santiago.
Doña Miguelina Llaverías nació en la calle Batalla de Beller del Centro Histórico de Santiago, quien es pariente del pintor costumbrista, Yoryi Morel ya fallecido.
Antes y después de la muerte de su exesposo, relata la estilista Miguelina Llaverías que fue objeto de un atentado macabro sufrido en la finca de ambos ocurrido en el año 1978.
La sentencia.
Fue el juez, Doctor Rafael de Asís Burgos, del Primer Tribunal Colegiado, quien después de aportar las pruebas y argumentos, ponderar las declaraciones de William Román, Antonia Candelario y Miguelina Llaverías, impuso 20 años de cárcel.
En aquella ocasión, el juez Asís Burgos concluyó el veredicto con la luz de linternas, celulares y focos de cámara de televisión debido a fallas en el sistema de electricidad en el Palacio de Justicia Federico C. Álvarez es una estructura amplia, moderna y hermosa.
Los abogados Jordi Veras y Alejandra Veras Pola, de la Defensoría Técnica pidieron la friolera de 100 millones a pagar por Adriano Román como indemnización económica por los daños causados a su Miguelina Llaverías
A los sicarios contratados por Román se le pusieron 50 millones de pesos a Dámaso Novas Peralta y 20 millones a Fausto Aris Pérez y Engels Carela Castro.
No obstante, el Tribunal Colegiado acordó que 10 millones de pesos debían pagar Dámaso Novas Peralta y 5 millones para los restantes Fausto Aris Pérez y Engels Carela Castro.
En esa ocasión el juicio que duró 4 horas, la dama respondió preguntas de representantes del Ministerio Público, la defensa de los 4 imputados del atentado criminal y su abogado, Jordi Veras frente al Presidente del primer Tribunal Colegiado, Wilson Moreta Tremols; Ascacia Reyes y José Rafael de Asís, completan la bancada.
La defensa de Adriano Román Román, objetó que Llaverías recordara la tragedia sufrida en 1978 cuando fue torturada y violada por un obrero de la finca, por orden de su exesposo.