El Comité de Amigos Americanos de San Diego publicó hoy un informe en el que se evidencian casos de maltrato por parte de agentes federales en garitas internacionales, algo que dicen, teman sea el “pan de cada día” de las comunidades fronterizas.
Durante dos año, este organismo documentó decenas de quejas de quienes dicen haber sido víctima de algún tipo de abuso por parte de elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) al momento de ser inspeccionados en garitas tanto terrestres como aéreas.
Uno de los casos, el de una mujer con residencia legal permanente que fue esposada y se le exigió permanecer hincada, con las manos en la cabeza y esposada a una banca de metal por casi una hora mientras revisaban su vehículo.
Todo empezó cuando un oficial en la garita de San Ysidro le pidió que abriera el maletero de su auto, pero al no poder abrirlo fue esposada y llevada al área de segunda inspección.
“Lo más humillante de mi vida que me hayan hincado en una banca de hierro y me hayan puesto una cadena, como si fuera una delincuente y no soy una delincuente”, narró la mujer que pidió anonimato pero cuyo caso está citado en el reporte.
El asunto se complicó más para la mujer, porque al llegar a su casa en San Diego se percató que no le habían regresado su tarjeta de residente legal por lo que regresó a la garita.
Los oficiales le dijeron que no encontraban su documento por lo que tuvo que solicitar una nueva, lo que implicó un gasto adicional que no contemplaba, además ya ha pasado más de un año y la tarjeta sigue sin llegar, comentó la mujer.
El reporte titulado “Abusos en la Frontera de Estados Unidos-México” reúne 51 casos de personas que han ingresado al país a través de distintos puntos de entrada como las garitas terrestres y un caso del aeropuerto de Nueva York.
Entre los hallazgos se encuentra que en el 94 por ciento de los casos citados en el informe hubo algún tipo de hostigamiento verbal por parte de los oficiales de aduanas.
En el 90 por ciento, no se les dijo que podían emitir una queja y en un 52 por ciento de los casos, fueron enviados a inspección secundaria sin ninguna explicación.
“Nos preocupa que eso sea el pan de cada día de cómo las agencias fronterizas estén tratando a quienes cruzan la frontera”, señaló Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos de San Diego.
Un 42 por ciento de las personas que denunciaron abusos son ciudadanos estadounidenses, un 40 por ciento mexicanos, un 9 por ciento residentes legales permanentes y el resto, ciudadanos de Canadá, Colombia, Guatemala y España.
Sofía Sotres, una de las autoras del reporte, consideró que aún persiste el temor a denunciar ya que quienes cruzan frecuentemente la frontera temen haya represalias por parte de las autoridades estadounidenses.
El reporte será entregado a tanto a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza como a congresistas y a otras organizaciones defensoras de derechos humanos.
Entre las recomendaciones que los activistas piden sean consideradas, se encuentran equipar a agentes con cámaras en sus uniformes, así como mayor transparencia y un mecanismo de rendición de cuentas, entre otros.