Al mando de una guitarra mística y orgullosamente latina, el artista mexicano-estadounidense Carlos Santana cumple mañana 70 años sin dejar de dar conciertos y a punto de lanzar su nuevo álbum junto a las estrellas de la música negra The Isley Brothers.
“Estoy retirado de retirarme”, comentó con sorna en una entrevista reciente con la revista Rolling Stone, en la que adelantó que tras el inminente “Power of Peace”, que saldrá a la venta el 28 de julio, editará un disco grabado junto al productor Rick Rubin y que llevará por título “Global Revelation” como referencia a los sonidos africanos que dominarán este trabajo.
Mientras tanto, Santana estará en los próximos meses de gira por Norteamérica con paradas destacadas en ciudades como Las Vegas, Orlando o Nashville en Estados Unidos y Cancún en México.
La trayectoria de este maestro de la guitarra y de la fusión latina transita desde sus orígenes mexicanos y su explosión en el San Francisco hippie hasta su consolidación como superventas global.
Nacido el 20 de julio de 1947 en Autlán de Navarro, un municipio del estado mexicano de Jalisco, Carlos Santana creció en Tijuana antes de emigrar a San Francisco en los años 60, donde la contracultura y el movimiento hippie prometían frenéticas aventuras para los jóvenes con ganas de experimentar con el sexo, la música y las drogas.
En la ciudad californiana fundó la banda multiétnica Santana junto al teclista Gregg Rolie, el bajista David Brown y los percusionistas Michael Shrieve, José “Chepito” Areas y Michael Carabello.
El gusto por el blues y el rock del guitarrista se fundió con los ritmos latinos y africanos del grupo para dar pie a una vibrante combinación que arrasó en los imponentes álbumes “Santana” (1969) y “Abraxas” (1970).
Tan dados a la experimentación como a la fiesta sobre el escenario, Santana cautivaron al público del festival de Woodstock en 1969 con una arrolladora interpretación de “Soul Sacrifice” que todavía hoy se recuerda como uno de los grandes momentos de ese macroevento hippie.
También de esa primera época de Santana son las exitosas canciones “Black Magic Woman”, “Samba Pa Ti” o la inconfundible “Oye Cómo Va”, de Tito Puente.
La formación del grupo varió con el tiempo y en los años 70 Carlos Santana se adentró en terrenos como el jazz con el disco “Caravanserai” (1972) al tiempo que profundizaba en su declarado misticismo al adoptar el nombre Devadip tras colocarse bajo la guía espiritual del gurú Sri Chinmoy.
Aunque nunca ha dejado de dar conciertos y de grabar álbumes, Santana sorprendió al mundo en 1999 con “Supernatural”, todo un éxito de ventas con el que ganó nueve premios Grammy, incluido el de mejor álbum del año.
Este disco, en el que participaban como invitados artistas como Maná, Eric Clapton o Lauryn Hill, también le sirvió de carta de presentación para las nuevas generaciones que tenían a Santana como un músico en decadencia.
Ahora los fans de Santana cuentan los días para que se publique el 28 de julio su nuevo trabajo “Power of Peace” junto a Ronald y Ernie Isley del célebre grupo de música negra The Isley Brothers.
Este álbum incluirá versiones de Stevie Wonder, The Impressions, Marvin Gaye o Burt Bacharach, entre otros.
Instalado en Las Vegas con su segunda esposa Cindy Blackman, Santana no pierde de vista lo que sucede en la convulsa actualidad y, muy especialmente, lo que tiene que ver con la población latina y con las polémicas medidas del presidente, Donald Trump.
“Cuando Hitler estaba en el poder, estaba la Resistencia, y de ahí se fue a los ‘beatniks’, luego a Bob Dylan y el Greenwich Village, y luego a San Francisco y los hippies. Siempre hay una nueva ola. Estamos en ese proceso”, argumentó el músico en la entrevista con Rolling Stone.
Santana aseguró además que cada vez que aparece Trump en la televisión, la apaga para no escucharle: “Deberíamos aprender que estamos en ese punto como humanos para hacer la mesa más grande y no el muro más alto”.