Los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes retrasaron hoy la presentación de su propuesta legislativa de reforma fiscal ante las dificultades para acordar mecanismos que eviten que el déficit se dispare debido a los prometidos recortes de impuestos del presidente Donald Trump.
“En consultas con el presidente Trump y nuestros líderes, hemos decidido divulgar el texto el jueves”, afirmó Kevin Brasy, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara Baja al anunciar el retraso respecto al anuncio previo de que iba a ser hoy.
Brady señaló que “estamos contentos con el progreso realizado”, pero reconoció que necesitan algo más de tiempo para afinar el texto definitivo.
La reforma fiscal, que incluye agudos recortes de impuestos para empresas y trabajadores, es la gran apuesta legislativa del presidente Trump, quien ha afirmado que su objetivo es que la Cámara apruebe la propuesta “antes de Acción de Gracias”, a finales de mes, y sea firmada “para las Navidades”.
No obstante, el plan ha se ha topado con numerosos obstáculos, especialmente las diferencias en el seno del propio Partido Republicano, y ha acumulado varios retrasos en los últimos meses.
La propuesta, delineada a finales de septiembre por la Casa Blanca, fija una reducción de la tasa impositiva a las empresas desde el 35 % al 20 %, y pretende simplificar los tramos de impuestos de la renta individual, al pasar de los siete actuales a tres: del 12 %, del 25 % y del 35 %.
Aunque los republicanos están de acuerdo en la bajada de impuestos, el principal escollo es que el plan de Trump implica un aumento del déficit presupuestario de 1,5 billones de dólares en la próxima década, y muchos de ellos se oponen a cualquier aumento en el endeudamiento federal.
Por ello, las discusiones se centran ahora en cómo financiar estos recortes de gastos para reducir el consiguiente alza del déficit.
“Basado en lo que sé, diré que todavía debería votar no”, subrayó el congresista republicano Pete King, en declaraciones al diario The Hill.
Entre las propuestas más controvertidas, figura limitar el dinero que los contribuyentes pueden destinar sin pagar impuestos a su plan de retiro, conocido como 401(k), y suprimir las deducciones de impuestos locales y estatales.
