La primera propuesta presupuestaria integral del gobierno del presidente Donald Trump, que se dará a conocer este martes, incluirá notables recortes en los programas de asistencia social para los ciudadanos de menores recursos, además de importantes alzas en el gasto en defensa y seguridad.
Aunque el plan aún no ha sido desvelado, ya han comenzado a conocerse algunos de los detalles que incluirá la propuesta de presupuesto para el año fiscal 2018, que comienza en octubre.
Entre ellas, según recoge el diario The Washington Post, que cita fuentes gubernamentales, destacan los enormes recortes en el programa conocido como Medicaid, que ofrece cobertura sanitaria a los ciudadanos de menores ingresos.
El presupuesto de Trump apunta a recortes de 800.000 millones de dólares en 10 años, y sigue la línea de una propuesta de los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes.
De acuerdo a la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, en inglés), un órgano no partidista, esto significaría que cerca de 10 millones de ciudadanos perderían el seguro médico en la próxima década.
Asimismo, la Casa Blanca reduciría en 193.000 millones de dólares la financiación del programa de alimentos para familias de bajos recursos conocido como SNAP, del que se beneficiaron 44 millones de personas en 2016, y otorgaría más competencia a los estados para que definan las exigencias de un mínimo de horas trabajadas o la búsqueda de empleo activo de sus beneficiarios.
Trump ha criticado la desmesurada alza de programas sociales impulsados por su predecesor, Barack Obama, durante la crisis financiera de 2008 y 2009, puesto que, a su juicio, no incentiva la vuelta al mercado laboral de muchos beneficiados y contribuye al desequilibrio de las cuentas públicas.
La pasada semana, Mick Mulvaney, director de la Oficina Presupuestaria de la Casa Blanca, lamentó en una conferencia en Washington que se ha “enseñado a la gente a ser inmunes a los verdaderos costes del gobierno”.
“Los ciudadanos creen que el gobierno es más barato de lo que es porque se nos ha permitido pedir prestado dinero por un largo periodo de tiempo y no preocuparnos por devolverlo”, señaló Mulvaney, encargado de diseñar la propuesta presupuestaria.
Quedan, por ahora, exentos de recortes los programas de Medicare, de cobertura médica para mayores de 65 años y los de pensiones de la Seguridad Social, dos de los más costosos para las cuentas públicas y una promesa del mandatario durante la campaña electoral.
La propuesta es más una declaración de prioridades políticas que un documento económico, ya que debe ser aprobado por el Congreso.
El plan de Trump sucede al anteproyecto presentado en marzo y tiene un rango más integral, ya que afecta al total de los gastos e ingresos del gobierno federal.
Entonces, el presidente delineó las líneas maestras de su presupuesto, que incluyen un gran impulso al gasto en defensa de 54.000 millones de dólares, lo que representa un incremento del 10 %, y 1.600 millones para la construcción del muro en la frontera con México, junto a un recorte notable de impuestos.
Además, quedarían reducidos en gran medida los programas de protección medioambiental y ayuda internacional.
Por otro lado, se espera que solicite una partida de 200.000 millones de dólares para proyectos de infraestructura y otros 25.000 millones a lo largo de 10 años para un programa de baja por maternidad y paternidad diseñado por su hija y asesora Ivanka Trump,
Hace unas semanas, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, presentó las directrices de la reforma fiscal, con bajadas sustanciales en los tipos impositivos aplicados a empresas y familias.
El Gobierno confía en que la reducción de la carga impositiva suponga un empujón a la actividad económica y permita compensar con el mayor crecimiento la caída de ingresos fiscales prevista.
Por su parte, la oposición demócrata criticó rápidamente los primeros detalles del presupuesto del presidente republicano.
“En lugar de proteger la educación pública, la cobertura sanitaria y otros programas que ayudan a los trabajadores estadounidenses, el presidente Trump está simplemente comprometido a hacer espacio para su enorme recorte de impuestos para los más ricos”, señaló Adrienne Watson, directora adjunta de comunicación del Comité Nacional Demócrata.