Los más de 700 estudiantes de último año de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida, EE.UU.), escenario el pasado 14 de febrero de un tiroteo que se cobró la vida de 17 personas, tuvieron ayer una agridulce ceremonia de graduación.
El acto que se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad en el BB&T Center, en Sunrise, al noroeste de Miami, y a la que no se permitió el acceso a la prensa, no contó con Meadow Pollack, Nicholas Dworet, Carmen Schentrup y Joaquín Oliver, fallecidos en la matanza y quienes fueron homenajeados la tarde de ayer.
A la ceremonia, de la que apenas ha trascendido información a la prensa, no asistieron algunos familiares de esos cuatro estudiantes del último año que perdieron la vida, entre ellos Andrew Pollack, el padre de Meadow Pollack, al igual que los progenitores de Carmen Schentrup, April y Phil, según informa el diario local Sun Sentinel.
“Es muy difícil para mí”, dijo al medio Pollack, quien en mayo pasado y tras un gran esfuerzo fue parte del baile de graduación.
Los padres de Nicholas Dworet, Mitch y Annika, declararon a la cadena NBC News que no estaban seguros de poder ser parte de toda la ceremonia, y de hecho le han pedido a Alexandra Greenwald, una compañera de clase de su hijo, que suba al estrado a recoger el diploma.
Nicholas había obtenido una beca en la Universidad de Indianapolis, de la que iba a ser parte de su equipo de natación, con el anhelo de alcanzar los juegos olímpicos 2020. Por ello, algunos de sus compañeros de equipo llevarán a modo de tributo impreso el nombre de su hijo en los birretes.
La madre declaró que aunque resulta relativamente fácil recordar los buenos momentos con su hijo “es muy difícil hablar sobre las cosas que no va a poder hacer”.
Carmen planeaba ser una investigadora en medicina y había sido aceptada en la Universidad de Washington, Meadow iba a ir a la Universidad de Lynn, en Boca Raton (Florida), y aspiraba a estudiar Leyes, mientras que Joaquín tenía en mente estudiar Marketing aunque no había decidido en qué universidad.
Las vidas de todos ellos, y de otras 13 personas fueron cegadas el pasado 14 de febrero, cuando Nikolas Cruz ingresó a ese centro escolar, de le que era exalumno, con un fusil semiautomático AR-15 y desató una matanza de 17 personas, entre alumnos y maestros.
El hecho de sangre dio pie a un movimiento nacional por un mayor control en la venta de armas comandado por estudiantes de esta secundaria y que organizó una masiva marcha en Washington.
Días atrás se dio a conocer que un grupo de padres de Parkland ha creado un Comité de Acción Política (PAC, en inglés) para lograr cambios en las leyes sobre armas a partir de acciones que interfieran en las campañas electorales.
Según el portal de la PAC Familias contra Armas de Asalto (FAMVARPAC), su misión es “sacar a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de nuestro sistema político y, una vez logrado, enmendar la Ley Nacional de Armas de 1934”.
Esperan reunir 10 millones de dólares mediante donaciones para, con estos fondos, hacer publicidad contraria a los candidatos que concurran a las próximas elecciones con el apoyo de la NRA.
Por otro lado, el pasado jueves se cumplió el plazo para aplicar como beneficiario al fondo creado a favor de las víctimas y afectados de esta matanza, que al día de hoy lleva acumulados más de 8,7 millones, de una meta de 10 millones, entregados por unos 36.400 donantes.
Broward Education Foundation, que lanzó la iniciativa, informó que hasta el día del cierre se apuntaron más de 1.600 personas, las cuales estuvieron en las instalaciones del colegio el día del suceso.
Las autoridades empezarán este mes a verificar que los solicitantes realmente sean elegibles a la donación, que serán clasificadas en cuatro categorías según el impacto, y se espera que a partir de mediados de julio empiece la entrega de los fondos.