La disparidad en el acceso a la sanidad se redujo entre blancos y afroamericanos e hispanos entre los años 2013 y 2015, gracias a la Ley de Cuidado Asequible de la Salud (ACA), más conocida como Obamacare, que el presidente Donald Trump ha intentado acabar sin éxito.
El magnate llegó a la Presidencia con la promesa de abolir una ley que, según un estudio divulgado hoy por la fundación privada The Commonwealth Fund, ha servido para achicar las disparidades raciales y étnicas en el acceso a la cobertura de salud.
Obamacare ha contribuido a que todos, “sin importar su raza u origen étnico, tengan acceso al cuidado de salud que necesitan”, declaró en la presentación del estudio la vicepresidente del fondo, Pamela Riley.
Tres millones y medio de adultos hispanos, y dos millones de afroamericanos, accedieron a seguros de salud por primera vez, mientras que se redujo en 2,4 millones la cantidad de personas de estos grupos que reportaban la falta de cuidados médicos por no poder pagar una consulta, según el estudio.
Se señala que se redujo en siete puntos la disparidad entre blancos e hispanos en materia de seguro de salud, y cuatro puntos entre afroamericanos y blancos.
Al compararse el acceso a un proveedor de salud regular, la disparidad entre hispanos y blancos se redujo de 24 a 21 puntos, y entre afroamericanos y blancos cayó de 8 a 5 puntos.
También se estudió el porcentaje de personas que, por un problema de costos, no pueden visitar un médico cuando lo necesitan, y en este caso la diferencia entre hispanos y blancos cayó tres puntos, y entre afroamericanos y blancos, dos puntos.
La reducción de disparidades fue mayor en los 31 estados y el Distrito de Columbia que expandieron la cobertura del Medicaid, el seguro de salud estatal para las personas de bajos recursos.
La doctora Riley, que es coautora del estudio reconoce que todavía subsisten dificultades para que afroamericanos e hispanos tengan una misma atención que los blancos.
Para terminar con las desigualdades históricas “debemos continuar enfocando nuestras políticas en la expansión del Medicaid a todos los estados”, dijo, y evitar que los esfuerzos de la Casa Blanca y del Congreso para abolir el Obamacare eliminen las ganancias históricas obtenidas en los últimos años.
Entre los 19 estados que todavía no se expandió el Medicaid figuran Florida, Georgia, Carolina del Norte y Texas, donde hay grandes poblaciones de afroamericanos e hispanos.
El llamado Obamacare obliga a las personas a contratar seguros médicos privados so pena de multa para reducir el coste de las pólizas y aumentar las coberturas a los más pobres, a los menores de 26 años y a las personas con afecciones previas.
Según la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), un organismo independiente dentro del Legislativo, el plan sanitario de Trump que busca reemplazar la ley vigente, afectaría a unos 22 millones de personas que perderían la cobertura médica antes de 2026.
Entre ellos, unos seis millones serían hispanos, incluyendo a más de un millón de niños latinos.
El plan fue bloqueado en el Senado por un solo voto, con el rechazo de demócratas y republicanos, por lo que Trump anunció que dejará que “el Obamacare falle” y luego elaborará un nuevo sistema de salud, sin dar detalles.
David Blumenthal, presidente de The Commonwealth Fund, dijo que cualquiera sea el destino de ACA, el estudio “muestra sus éxitos en materia de expansión de la cobertura y mejoría del acceso al cuidado de la salud” para millones de afroamericanos e hispanos.