México inicia el año 2018 sumergido en la batalla electoral más grande, costosa y fiscalizada de su historia en la que se renovarán la presidencia, el Congreso y autoridades en 30 estados, y con la incógnita de un eventual triunfo de la oposición más radical de las últimas dos décadas.
El nuevo presidente mexicano heredará un país marcado por las mayores cotas de violencia en décadas, la persistente desigualdad social, la corrupción institucional y el desprestigio de la clase política, entre otros problemas.
La conflictiva relación con Estados Unidos por los continuos desplantes del presidente Donald Trump, la incertidumbre del resultado de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o el impacto económico de la reforma fiscal aprobada por el Congreso estadounidense constituyen otros factores de enorme trascendencia para el futuro del país.
Los comicios del 1 de julio convocarán a las urnas a 87,8 millones de ciudadanos, de los que 1,4 millones serán responsables de operar las 156.000 mesas de votación que se prevé funcionarán en la jornada.
El proceso electoral se puso en marcha el 16 de septiembre pasado y cerró el año en plena precampaña, que culminará el 11 de febrero, cuando los partidos formalizarán los nombres de sus candidatos a los 3.407 cargos que estarán en juego.
México definirá en estos comicios su camino a la segunda década del siglo XXI al elegir el presidente del país para el periodo 2018-2024, a 628 miembros del Congreso de la Unión, y a autoridades en 30 estados, como gobernadores, diputados y ayuntamientos.
El presupuesto de este proceso alcanza los 1.217 millones de dólares, el más grande de la historia solicitado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para la organización y financiación de los partidos políticos registrados.
Buena parte del presupuesto será destinado por los partidos políticos para financiar los casi 59 millones de anuncios en radio y televisión para captar las preferencias de los ciudadanos.
El INE ha tomado medidas para que estos comicios tan concurridos sean asimismo los más fiscalizados de la historia para evitar que los candidatos rebasen los topes financieros legales establecidos para sus actividades políticas.
La contienda por la presidencia se dará fundamentalmente entre los tres candidatos que encabezan las encuestas: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
López Obrador, considerado el más férreo y tenaz opositor de las últimas dos décadas, será candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES).
López Obrador cerró el 2017 como el principal favorito en las encuestas, aunque lo mismo le ocurrió en los comicios de 2006, ganados por Felipe Calderón (PAN), y en 2012, cuando perdió ante Enrique Peña Nieto (PRI).
Anaya va como candidato de la coalición Por México al Frente formada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Movimiento Ciudadano (MC).
Meade, el candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene los apoyos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y de Nueva Alianza (NA).
Entre los independientes luchan por estar en la papeleta Jaime Rodríguez,
gobernador de Nuevo León; Margarita Zavala, esposa del expresidente Calderón; Armando Ríos Pitter, senador; Edgar Portillo; María de Jesús Patricio, candidata de los indígenas, y Pedro Ferriz, comunicador.
Las precampañas transcurrirán del 14 de diciembre al 11 de febrero; la campaña irá del 30 de marzo al 27 de junio, cuando llegará el silencio previo a la votación de 87,8 millones.
A nivel local se votará para elegir a 8 gobernadores, 1 jefe de gobierno, 972 diputados locales, 1.597 ayuntamientos, 184 concejales y 16 alcaldías; para un total de 3.407 cargos de elección.
La Ciudad de México es la entidad con la mayor lista nominal (11,1 millones) y sus votantes serán los que más papeletas cruzarán, con siete: presidente, senadores, diputados, jefe de gobierno, alcalde, diputado local y concejales.
Habrá elecciones de gobernador en ocho estados: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, y en Ciudad de México se votará por jefe de Gobierno.
Se renovarán los congresos de 26 estados: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
El mismo día de la votación, habrá un conteo rápido y el Programa de Resultados Electorales Preliminares para conocer las tendencias, pero los comicios serán válidos cuando se resuelvan todas las posibles demandas.
El Congreso mexicano se instalará el 1 de septiembre y el nuevo presidente de México asumirá el 1 de diciembre su cargo por un periodo de seis años.