Un total de 1.008 pitones birmanas, una de las serpientes más grandes del mundo y que está invadiendo el humedal de los Everglades (sur de Florida), han sido eliminadas desde marzo de 2017 a través de un programa oficial, informaron hoy las autoridades.
Desde la citada fecha se han erradicado más de un millar de pitones para “proteger a innumerables especies nativas de la amenaza de ser devoradas por una especie depredadora no nativa, invasora”, indicó en un comunicado la junta de gobierno del Distrito de Administración de Aguas del Sur de Florida (SFWMD).
La SFWMD dijo que el programa de caza y eliminación de pitones impulsado por este organismo ha sido un “éxito” en el estado gracias a los numerosos cazadores que se apuntaron.
“El personal de organización, la participación de cazadores y el liderazgo” de los expertos y altos funcionarios han hecho posible que este programa que “lucha por preservar los Everglades cada día” sea un éxito, señaló Mike Kirkland, del Programa para Eliminación de Pitones.
Brinan Hargrove, uno de los cazadores participantes en este programa, se ha convertido en el más eficaz al lograr eliminar más de 110 pitones de los Everglades y capturar el fin de semana pasado un ejemplar de 11,2 pies (3,4 metros).
El congresista Fracis Rooney, de la ciudad de Naples, felicitó al SFWMD y a los numerosos cazadores que participaron en el programa que ha permitido eliminar hasta el momento algo más de un millar de pitones.
La pitón birmana, una serpiente constrictora gigante nativa de Asia, es una especie invasora que tiene un impacto negativo en las zonas silvestres del sur de Florida, especialmente en los Everglades, donde se calcula que podría haber más de 150.000 ejemplares.
En Florida está prohibida la posesión y venta de este tipo de reptiles como mascotas y en todo el país tampoco se permite su importación.
Las pitones han hecho que en algunas áreas de los Everglades la población de mamíferos como ratones de campo, comadrejas, mapaches o conejos haya descendido hasta un 99 % y se teme que acabe con buena parte de la fauna salvaje de un ecosistema en el que se invierten millones de dólares para mantenerlo y protegerlo.
Se cree que las pitones birmanas, que se reproducen muy rápidamente, llegaron a los Everglades al ser liberadas a propósito por gente que las tenía como mascotas o involuntariamente tras el paso del huracán “Andrew” en 1992.
Por otro lado, la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC) abrió esta semana el programa de erradicación del pez león, una especie no nativa que se ha convertido también en una grave amenaza para el ecosistema de Florida.
El programa y concurso Liofish Challenge comenzó el pasado 19 de mayo y se extenderá hasta el próximo 3 de septiembre.
El año pasado se eliminaron más de 5.000 ejemplares de pez león en aguas de Florida gracias a este torneo, que ofrece el incentivo de premios como camisetas, vasos, arpones y otros artículos para aquellos que participen.
El pez león alcanza unos 20 centímetros de largo y tiene como hábitat natural los arrecifes, donde se refugia durante el día y caza camarones y cangrejos durante la noche.
La FWC señala en su página web que esta especie de “picadura venenosa y dolorosa tiene un impacto muy negativo en la vida y el hábitat de las especies nativas”, por lo que resulta clave “reducir los impactos negativos de este pez en la zona de arrecifes” de la costa floridana. efe