El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró hoy que el Congreso “está trabajando” con el Gobierno de Donald Trump “para asegurar que los recursos necesarios lleguen” a Puerto Rico tras la devastación que dejó en la isla el huracán María.
“Las historias y las imágenes que salen de Puerto Rico son devastadoras. El Congreso está trabajando con la Administración para asegurar que los recursos necesarios lleguen al territorio de Estados Unidos. Nuestros conciudadanos en Puerto Rico permanecen en nuestras oraciones mientras nos aseguramos de que tengan lo que necesitan”, dijo Ryan en un breve comunicado.
Ciudadanos, organizaciones y autoridades han mostrado su malestar por la falta de reacción en la respuesta a la catástrofe por parte del Gobierno de EEUU, país al que Puerto Rico pertenece como Estado Libre Asociado.
El director ejecutivo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Brock Long, viajará hoy a la isla para examinar los estragos que dejó el huracán María sobre ella y las Islas Vírgenes estadounidenses.
También está previsto que Trump viaje a Puerto Rico, así como el propio Ryan, pero muchos han afeado la falta de compromiso del multimillonario en comparación, por ejemplo, con Texas o Florida, afectados también por sendos ciclones.
Hace cinco días, el ciclón María, con vientos de 250 kilómetros por hora, azotó durante unas seis horas la isla y salió de ella un poco debilitado, con categoría 3 (de un máximo de 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson).
Uno de los mayores impactos del huracán afectó al tendido eléctrico, ya que los puertorriqueños se quedaron sin luz en el 100% de la isla y la recuperación total del tendido puede llevar meses.
Además, Puerto Rico vive desde hace años una profunda crisis financiera, con una deuda que sobrepasa los 70.000 millones de dólares.
Como parte para disminuir esa deuda, el Congreso aprobó en 2016 la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa), creando así una Junta de Control Fiscal para velar por las arcas del Gobierno puertorriqueño.
Ante el impacto de María, la Junta permitió al Gobierno local utilizar 1.000 millones de dólares de su presupuesto para servicios relacionados con los estragos del huracán.